El Ayuntamiento iniciará este mes otra cruzada: la de abolir todas las barreras que merman la accesibilidad de los discapacitados. Una comisión redactará la primera ordenanza en la materia, que según la ley debería haber entrado en vigor hace seis años.
Tarde pero se hará. La Ley de Atención a Personas con Discapacidad en Andalucía, de 1999, establecía un horizonte temporal de un par de años para que los consistorios elaborasen sus respectivas ordenanzas en aras de proteger a la población discapacitada de las numerosas barreras, tanto las arquitectónicas como esas otras más sibilinas, existentes y que lastran su movilidad.
Pues bien, seis años después de expirar ese plazo, Sevilla ha ido aportando su granito de arena en la materia, sólo que de forma deslavazada, como reconoce Cristina Vega (PSOE), directora de la Agencia Local de la Energía y a la que el alcalde le acaba de encomendar que lidere la elaboración de la futura Ordenanza de Accesibilidad Universal para los Discapacitados.
Vega y su equipo, donde jugará un papel muy activo el Consejo Municipal de Discapacidad, en el que están integrados los diferentes colectivos de discapacitados (físicos, psíquicos, ciegos y sensoriales), no partirán de cero. Como refiere Juan García Camacho, presidente de la Federación de Personas con Discapacidad Física de Sevilla, "desde el Consejo Municipal intentamos impulsar esa ordenanza que ahora se anuncia entre 2004 y 2004, y se hicieron borradores con estudios al respecto que, a la postre, quedaron en un cajón. Si ahora, después de todos estos años, el Ayuntamiento tiene a bien reactivar la ordenanza, bienvenida sea, pero que se sepa que el asunto no es nuevo y que debíamos hace ya tiempo haberla tenido en funcionamiento".
Vega, por su parte, resalta que desde 1999 se ha venido realizando un trabajo continuado en la materia, pero es ahora cuando se ha visto que "teníamos que hilar más fino". Entre este mes y octubre de 2009 trabajarán en el texto de la nueva ordenanza, que sancionará las malas prácticas "pero también premiará las buenas para que cunda el ejemplo". Los sectores a los que afectará directamente el reglamento, que si no se tuerce o demora entraría en vigor a fines de 2009 o ya en 2010, son los responsables de edificios públicos y de uso público (bares, gimnasios...) y los servicios socioculturales, tales como los organizadores de eventos, que deberán velar para que los discapacitados no se encuentren discriminados.
Bordillos demasiado elevados, cajeros automáticos a un metro de altura o más, alcorques sin señalizar, acerado en mal estado, contenedores de basura inalcanzables, mostradores de oficinas públicas y taquillas de teatros o cines demasiado elevadas, bares por cuya puerta no entra una silla de ruedas o con aseos imposibles... Todas estas realidades, y más que se dan en el día a día, serán analizadas en la ordenanza en aras de fijar las sanciones y depurar responsabilidades.
Sevilla pretende así seguir la estela de otras ciudades españolas que ya disponen de esta arma reguladora, caso de Barcelona, donde "desde hace diez años funciona una Oficina de Accesibilidad que supervisa cada proyecto urbanístico que opta a licencia y cada espectáculo. Ese modelo es el que queremos implantar", explica Vega.
