El Burger King de los Bermejales fue asaltado la pasada madrugada por unos ladrones que se limitaron a llevarse numerosa comida congelada, según confirmaron ayer fuentes del establecimiento.
Los trabajadores se encontraron las puertas forzadas cuando se incorporaron por la mañana, ya que para entrar los ladrones rompieron las cerraduras de la cancela metálica y la puerta acristalada.
Al entrar comprobaron que no se habían llevado dinero, pero sí numerosas bolsas de alimentos congelados de los arcones frigoríficos, sobre todo los típicos derivados de pollo de Burger King: alitas, chicken tenders, chicken fries y otras especialidades. Los asaltantes habían dejado tiradas en el suelo cuatro o cinco cajas de cartón para llevarse sólo las bolsas de plástico que contenían.
Se trata del primer robo que sufre el Burger King de Los Bermejales desde hace cuatro años, cuando sufrió una oleada de atracos al padecer cuatro delitos similares en tan sólo tres meses.
La coincidencia se aclaró cuando el grupo de Atracos de la Policía Nacional detuvo a los autores en diciembre de 2008, y descubrió que una trabajadora del restaurante colaboraba con la banda de delincuentes. La chica, María José G.L., que entonces tenía 19 años, era lo que se denomina en argot policial una santera: una empleada que pasaba información sobre las rutinas de la hamburguesería y sus medidas de seguridad a los asaltantes para facilitar los atracos.
El Burger King fue asaltado cuatro veces: en dos arrancaron las cajas registradoras, en otra ocasión usaron navajas y llegaron a golpear a una empleada, y en última hasta amenazaron al personal con una pistola. Desde la detención de la banda la hamburguesería no había sufrido más robos ni atracos, según fuentes de la cadena.
