Para intentar frenar este "expolio de carne joven" -en palabras del presidente haitiano, René Preval-, España va a ceder al país centroamericano un programa de identificación genética para aclarar si estos niños huérfanos o sin techo tienen familia y dónde se halla. Ese programa lleva sello andaluz, el de la Universidad de Granada , donde se diseñó a cargo del equipo del forense más reputado del país, José Antonio Lorente, colaborador del FBI norteamericano, implicado en la identificación de víctimas de la dictadura chilena o de las tramas contras las mujeres de Ciudad Juárez (México), e investigador de los restos de personajes históricos como Cristóbal Colón.
Como explica el profesor, el objetivo de DNA-Prokids -que es como se denomina el proyecto- es "extenderse por todo el mundo contra el tráfico ilegal de seres humanos". Dicho programa consiste en la toma de muestras biológicas de los menores de 18 años que carezcan de familia reconocida y, a su vez, de todos aquellos padres que denuncien la desaparición de sus hijos. Con estas muestras se crea una base de datos, que gestionará el gobierno haitiano, donde se cruzarán variables y se buscarán similitudes. Así se podrán unir de nuevo familias que quedaron rotas cuando se resquebrajó la tierra. Haití recibirá los medios y la formación de forma gratuita, pese a que procesar cada caso cuesta unos 250 euros.
Red mundial. El DNA-Prokids comenzó a diseñarse en 2004 y está implantado desde el año pasado, en colaboración con la Universidad del Norte de Texas (EEUU). Con él se ha logrado identificar hasta el momento a 230 menores víctimas del tráfico ilegal de personas, según datos de la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aecid) que es quien, el lunes, y en un acto con presencia de la Consejería de Justicia de la Junta de Andalucía, entregará el dispositivo a Haití. Lorente prevé que a final de año sean ya 20 los países beneficiarios del sistema, que pregona sin ánimo de lucro en infinitos viajes a Centro y Suramérica, el África negra, Tailandia, Filipinas...
De hecho, los especialistas de la UGR se adaptan incluso a las más mínimas tradiciones locales con tal de lograr las muestras que aclaren el futuro de los menores. Así, si inicialmente sólo obtenían muestras de saliva y sangre, ahora hacen análisis de ADN con muestras de pelo, ya que en países como Angola o Mozambique no se permite introducir objeto alguno en la boca.
Lorente quiere crear una red internacional con el objetivo de lograr una base de datos conjunta con la que se pueda actuar contra una mafia en cualquier rincón y, por tanto, también unir familias separadas a la fuerza en cualquier país del mundo. Si el crimen organizado es global, que también lo sea la batalla contra sus tentáculos. "Reintegrar a estos niños desaparecidos en sus familias gracias a la comparación de su ADN y luchar contra las adopciones ilegales tienen que ser las prioridades", señala la web del proyecto granadino, financiado por varios bancos españoles y la multinacional Life Tchnologies, y patrocinado por la Junta andaluza.
Mientras llega la ayuda a Haití, los cooperantes de Unicef fotografían a los niños y distribuyen sus imágenes por campamentos de refugiados de todo el país en busca de familiares, vecinos o conocidos. El plazo de búsqueda, por ahora, es "indefinido".
