El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, no está dispuesta a que el Gobierno central ponga en duda la viabilidad económica de Andalucía. Un día después de que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáez de Santamaría, dijera que el Ejecutivo sigue "con gran preocupación" la situación económica de Andalucía, el presidente andaluz replicó arguyendo que el Gobierno de España "conoce perfectamente la solvencia de Andalucía", y aseguró que endeudamiento de la comunidad andaluza es "menor" que el de otras comunidades.
Por ello, calificó las declaraciones de la vicepresidenta como "irresponsables", y dedujo que sus palabras esconden "una operación contra Andalucía orquestada por motivos puramente electorales". Durante unas declaraciones a los periodistas en el Palacio de San Telmo -sede de la presidencia andaluza-, Griñán insistió en su condena a las declaraciones de la vicepresidenta y portavoz del Gobierno sobre su "preocupación" por la situación económica andaluza. "Es una deslealtad con Andalucía inédita y sin precedentes que el Gobierno de España no puede cometer", apuntó al respecto.
En este sentido, el presidente andaluz instó a Sáenz de Santamaría a hablar "con rigor", puesto que la situación de los mercados financieros "no puede verse alterada por declaraciones falsas como las que ha hecho la vicepresidenta". Del mismo modo, el máximo dirigente de la Junta criticó que la ministra de la Presidencia "no diga nada de otras comunidades a las que (el Gobierno) ha tenido que socorrer, cuando Andalucía no ha pedido ni un euro, ni un aval de la Administración del Estado". Así, Griñán apuntó que en la comunidad andaluza "la deuda equivalente es de 1.700 euros por habitante, mientras que en Valencia es de más de 4.000 y en Cataluña supera los 6.000 euros".
Con estos argumentos, el presidente del Ejecutivo andaluz exigió tanto al Gobierno de España como al Partido Popular de Andalucía y a su líder, Javier Arenas, que "respeten" a esta comunidad autónoma, ya que "ganar o perder las elecciones es importante, pero defender el prestigio de Andalucía lo es mucho más".
el gobierno insiste. A pesar de las declaraciones de Griñan, el ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Monto, insistió ayer en la tesis que defendió Sáenz de Santamaría el pasado viernes, e instó a la administración andaluza a "no sacar pecho" y a enfrentarse a la realidad, recordándoles la deuda mantenida con proveedores. A pesar de que la Junta de Andalucía ya ha comunicado que presentará una queja formal por las declaraciones de la ministra de Presidencia. "Menos debates y más claridad", apuntó Montoro, incidiendo en la conveniencia de "evitar marañas creadas a propósito".
Ante estos argumentos del Partido Popular, la consejera de presidencia del Ejecutivo andaluza, Mar Moreno, aseguró que estas declaraciones vertidas desde el Gobierno central causan un "gran daño al crédito" de Andalucía y, por ello, anunció que la Junta elevará una queja formal ante el Gobierno que preside Mariano Rajoy. Desde que se formó el nuevo Gobierno central, el presidente introdujo la idea de sancionar a los gobiernos regionales y municipales más deficitarios, y los miembros del PP han colocado a Andalucía en el centro de este debate.
