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Griñán rechaza ser "cómplice" de Zoido en un dragado aún sin definir

Los grupos municipales se enredan en el pleno y no logran consensuar una posición conjunta sobre el proyecto para el río

el 29 may 2013 / 16:27 h.

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El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ayer en el Parlamento. El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, ayer en el Parlamento. El debate sobre el dragado del río a su paso por Sevilla para permitir la navegación de barcos de mayor calado lleva tanto tiempo sobre la mesa que el Ministerio de Medio Ambiente tiene que decidir si aún vale la evaluación que se hizo hace diez años y que exigía correcciones para preservar la actividad agropecuaria de las márgenes del río y el estuario de Doñana. Sin embargo, en los últimos meses se ha convertido en tema central de la política local e incluso andaluza y ayer volvió a serlo en el pleno municipal, donde a última hora se frustró un acuerdo entre PSOE y PP –la posición de IU está más alejada– para mostrar el apoyo conjunto del Ayuntamiento con las debidas garantías e ir juntos de la mano a solicitar su respaldo a los gobiernos central y autonómico. Mientras, el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, respondía rotundo a la reunión que el día anterior le pidió el alcalde de Sevilla y presidente del PP-A, Juan Ignacio Zoido, para acordar un apoyo común de ambas administraciones que exhibir ante el Ministerio y sus dudas sobre la validez de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) de 2003 y tras el rechazo claro del Consejo de Doñana. Griñán calificó de “disparate” que Zoido acuda ahora a él cuando fue solo a ver al ministro y el Gobierno del PP acaba de aprobar un Plan Hidrológico, que debe incluir parte de las obras necesarias para que el dragado no afecte al estuario, sin “hacer caso” a las recomendaciones de la Junta. “Complicidades de otros para proyectos que pueden perjudicar al Guadalquivir, ni uno”, dijo tajante Griñán durante su visita al Laboratorio de Calidad Ambiental de Andalucía en Huelva. Precisamente, en esta provincia y en Cádiz, el PP rechaza el dragado, un argumento que usó la oposición municipal en el pleno para pedir a Zoido que su partido “se aclare”. Griñán instó a que quien ha hecho el plan hidrológico “determine claramente con un informe científico, que habrá que comprobar, si el dragado no perjudica al Guadalquivir, al estuario o a Doñana” y si el proyecto “contempla estas medidas y se demuestra que no perjudica, no hay más que hablar, no hay por qué reunirse”. La Autoridad Portuaria debe presentar un proyecto con las correcciones que la DIA de 2003 exigía y el ministro de Medio Ambiente dijo a Zoido en su reunión que está a la espera de recibirlo para determinar si dicha DIA sirve o hay que dictar otra. En el ámbito municipal, fue el PP quien llevó una moción al pleno para buscar, en palabras de su portavoz Juan Bueno, “una posición inequívoca” de los tres grupos de la Corporación sobre “dragado sí, dragado no, con las garantías legales y ambientales, por su puesto” y su compromiso de instar juntos a Junta y Estado a apoyar el proyecto. IU llevó una enmienda para apoyar la moción si se aclaraba que el proyecto tal como está no es viable y solo se estudiaría una vez efectuadas las obras para garantizar el aporte de agua dulce a los arrozales sevillanos, las piscifactorías de Huelva y Cádiz y los acuíferos y lagunas del Parque Nacional. “Los perjudicados si se hace como algunos quieren no son los patos de Doñana sino la mayoría de la población andaluza”, dijo su portavoz, Antonio Rodrigo Torrijos, que además cuestionó por qué el Puerto no ha presentado aún el nuevo proyecto y alertó ante un “debate placebo” para desviar la atención de la conflictividad social. El PP rechazó las enmiendas de IU porque “usted quiere hacer muchísimas cosas antes y nosotros creemos que se puede ir más rápido con las mismas garantías”. Más complejo fue el debate entre PSOE e IU. Los socialistas también propusieron una enmienda a la moción popular que insistía en exigir a Junta y Estado las obras de mejora necesarias para el estuario y en condicionar el apoyo del Ayuntamiento al aval del Ministerio al mismo. Supuestamente, ambos grupos habían pactado previamente –en contactos bilaterales que enojaron a Torrijos– aceptarse mutuamente sus textos pero en la sesión, el PP aclaró que aceptaba “añadir” el texto del PSOE al suyo pero “no sustituir” y el PSOE dijo que se trataba de sustituir parcialmente un punto porque, según su portavoz, Juan Espadas, no iba a aprobar un apoyo genérico a un proyecto “sin conocerlo” y sin saber qué dirá el Ministerio. Tal fue la confusión que el presidente del pleno, Javier Landa, ordenó un receso para que hablaran de nuevo. No hubo acuerdo pese a que Zoido instó a “buscar puntos” de encuentro. El PP rechazó la enmienda socialista y sacó adelante su moción original con los únicos votos a favor de sus 20 ediles, la abstención del PSOE y el rechazo de IU.  

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