Guardiola, que ayer recibió el alta médica, una vez superada una hernia discal, admitió que el de hoy será un partido de la máxima tensión, en el que "todos los detalles cuentan" y en el que "si pierdes la cabeza durante diez minutos, estás fuera", pero ha admitido que tienen "mucha confianza en su equipo".
"Sé que harán un partido importante, que nadie tenga dudas de que iremos a atacar, a marcar goles. Iremos a por ellos", explicó el técnico barcelonista.
Preguntado sobre el alta de última hora del holandés Robin van Persie, a Guardiola se le vio un tanto molesto con las tretas del francés Arsène Wenger, técnico del equipo londinense, quien hace días que había dado como descartado al holandés, de la misma forma que hiciera con el francés Nasri antes de la ida.
"Siempre hay vuelos privados para que Walcott -que está de baja y se ha quedado en Londres- pueda venir a última hora", dijo irónicamente el técnico del Barça, quien es de la opinión de que el máximo de jugadores "estén disponibles para jugar" para que de esta manera se pueda ver "un gran espectáculo".
