Alfonso Jaramillo, socio número 2 del Real Betis, falleció la tarde del martes en la clínica Infanta Luisa de Triana, en la que permanecía ingresado en estado crítico desde el lunes de la semana anterior.
El cuerpo de Jaramillo fue trasladado ayer por la noche al tanatorio de la SE-30 para ser velado y hoy miércoles a las once de la mañana se celebrará la misa de corpore in sepulto en la capilla de los Marineros de la Esperanza de Triana, en la calle Pureza.
La última persona que visitó a Alfonso Jaramillo en la clínica fue el presidente del Betis, Miguel Guillén, quien alertado del empeoramiento de su salud en las últimas horas acudió minutos antes del óbito a visitarle en compañía de los doctores Jose Millán y Hugo Galera, propietario de la clínica donde Jaramillo pasó sus últimas horas de vida.
“Lamentamos la irreparable pérdida de una gran bético, un histórico de la entidad y que siempre se ha destacado por defender a su Betis. Deseamos que descanse en paz y ahora verá a su queridísimo Betis desde el cuarto anillo”, señaló Miguel Guillén.
La grandeza de Jaramillo abarcó todos los periodos de la historia verdiblanca. “La figura de Alfonso Jaramillo tiene una dimensión histórica, fue muy importante en los años realmente duros de nuestra historia y clave en el compra del estadio”, recordo ayer Guillén, quien explicó que la opinión de Jaramillo era tenida muy en cuenta por el consejo.
Jaramillo, de 98 años de edad –nació un 2 de junio de 1914 en la calle Pages del Corro–, fue directivo del Betis en los duros años de Tercera, con Pascual Aparicio de presidente, en el cuatrienio de 1947 a 1951 y en la actualidad era presidente honorario de la Agrupacion de Béticos Veteranos.
Jaramillo, que mantuco una lucidez espléndida hasta estos últimos días, en los que su salud se ha agravado, vio al Betis ganar su único titulo de Liga en 1935 y luego vivió en primera persona el duro tránsito por la Tercera división. En su propia casa, su esposa doña Clara Aracil era la encargada de elaborar las viandas y bocadillos para que los jugadores del Betis pudieran alimenatarse en los desplazamientos a Tánger, Utrera, Huelva, Córdoba o Málaga.
La pasada temporada fue homenajeado por el club al celebrarse el 50 aniversario de la compra del estadio por parte del Real Betis Balompié, una adquisición que se debió en gran medida a la labor de Jaramillo desde el Ayuntamiento, del que fue durante varios años concejal.
