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Hambre de Betis

N´Diaye y su entorno están tranquilos a pesar de las críticas recibidas por el sobrepeso. Busca el mejor tono físico para regresar al equipo.

el 31 oct 2014 / 09:51 h.

BETIS 14-15 Alfredo N´Diaye, durante un entrenamiento en la ciudad deportiva. Foto: Manuel Gómez. Alfred N’Diaye fue la gran apuesta del Betis en verano para dar un salto de calidad en el centro del campo. Las buenas sensaciones que el internacional senegalés dejó en la segunda vuelta de la temporada pasada hicieron que la entidad de La Palmera decidiera realizar un fuerte desembolso para hacerse con sus servicios, pero hasta el momento el centrocampista no está cumpliendo con las expectativas. La figura de N’Diaye se puso en entredicho desde los primeros entrenamientos, pues era obvio que no estaba en su peso ni su tono físico era el adecuado, algo que ha influido mucho para no ser titular en el conjunto de Julio Velázquez. El técnico del cuadro verdiblanco ha defendido siempre a un futbolista que ha acusado el hecho de no haber realizado una pretemporada al mismo nivel que sus compañeros y haberse perdido días de preparación, cuando ha sido convocado por Senegal para la disputa de encuentros valederos para la Copa de África. Sin embargo, como se ha podido comprobar en varias sesiones de trabajo, Velázquez ha mantenido continuos diálogos para que N’Diaye no pierda ni un ápice de la confianza que el club y el entrenador tienen depositadas en él. Tanto es así que el jugador y su entorno están tranquilos, a pesar de todo el revuelo montado por su peso, y confiados en convertir las críticas en halagos, pues el compromiso y el sacrificio de N’Diaye con el objetivo de lograr el ascenso a Primera División es total y absoluto, y su mente está, únicamente, centrada en el Betis. N’Diaye vivirá ante Osasuna un duelo especial, después del triste capítulo, aunque con final feliz, que le tocó vivir la temporada pasada en El Sadar, cuando sacó en brazos a Ibai. Este jovencísimo aficionado quedó atrapado al caer al césped por la avalancha que hubo al venirse la valla del fondo donde se sitúan los hinchas rojillos más radicales. “Todo el mundo me agradeció ese gesto, pero para mí fue normal ayudar a la gente. Me parece que es lo que hay que hacer. Ves a un chico herido y lo normal es ayudarlo. Luego, mi familia, mis amigos, la gente en Sevilla y en Pamplona me dijeron que había hecho lo que tenía hacer, pero para mí es lo normal.  Estaré encantado de ver al chico y a su padre el sábado para charlar con ellos”, dijo el mediocentro ayer en los medios oficiales del Betis. “Ahora me siento bien porque nadie tuvo lesiones graves. En el momento que ocurrió me sentí mal porque no sabía si había gente herida de gravedad. Muchas personas cayeron sobre el césped y mi primera reacción fue ayudar a la gente, estuvieran dañadas o no. Al primero que vi sobre el césped fue a Ibai, estaba llorando, lo vi mal y fui a cogerlo”, rememora el jugador del conjunto heliopolitano, que se encuentra  perfectamente integrado en el equipo y en Sevilla, pues su español es cada vez más fluido. Esto ya se pudo comprobar, por ejemplo, en el choque que el Betis disputó, en el stage de pretemporada en Inglaterra, frente al Sunderland, cuando saludó a muchos de sus actuales compañeros. Porque N’D'Diaye tiene hambre de Betis

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