-¿Qué es Ditecsa a día de hoy?
-Ya somos un grupo mediano hacia grande. Me gusta decir que somos una empresa de servicios y los productos son el montaje mecánico, de tuberías, equipos, ampliación de fábricas, plantas nuevas, mantenimiento integral y fabricación de calderería: depósitos, conductos de gran diámetro, silos... Cada vez más el cliente nos solicitaba un servicio más integrado, con la electricidad y el control. Empezamos subcontratando y finalmente compramos una compañía, Electroconver, hace dos años.
-¿Y en este tiempo cómo se ha notado su aportación?
-Principalmente, con un servicio clarísimamente diferenciado de lo que ofrece el sector. Ése era el objetivo fundamental. Electroconver llegó con una producción anual de 600.000 euros y el primer año con nosotros hizo el doble, y el segundo, 6,1 millones de euros. También nos ha hecho dar un salto: de realizar pequeños pinitos aunque de volúmenes importantes a hacer desde la ingeniería de detalle hasta la puesta en marcha de plantas completas.
-La compañía emprendió una aventura empresarial junto a Detea, actual Bogaris. ¿Queda algo de esa alianza?
-Detea, hoy día Bogaris, tenía un 40% de la compañía. Estuvimos juntos desde final de 2002 hasta diciembre de 2006, cuando le recompramos su 40%. Siempre había sido una ilusión mía que el equipo que dirige la empresa fuese parte del accionariado.
-¿Por qué terminó la relación?
-Simplemente, las estrategias de las compañías eran distintas.
-¿Qué proyectos tienen ahora en marcha?
-Estamos en todos los sectores, pero en cada obra tenemos presencia de manera importante. Por ejemplo, en moliendas de cemento llave en mano con todo incluido, hasta la obra civil, posiblemente hemos sido la empresa que más ha hecho en toda España. Ditecsa tiene sólo 11 años y hemos pasado en ventas de un millón a los 81,14 millones de 2008.
-¿Y eso cómo se consigue?
-Trabajando mucho (risas). Tenemos un equipo magnífico. Estuve 22 años trabajando por cuenta ajena y 11 por cuenta propia y he tenido la suerte de coincidir con un equipo magnífico. Creemos que siempre se puede pensar un poco más allá de lo que piensa la competencia, ofrecer algo más y no conformarte con el estatus establecido. Y como ese algo más ofrecemos proyectos integrados, ingeniería de detalle... y el espíritu de servicio del equipo es fuera de lo normal. Hoy eso el cliente lo valora tremendamente.
-De vuelta a su actividad, ¿en qué otros sectores operan?
-Tras el auge de las centrales de ciclo combinado, Ditecsa está en todas las de Andalucía y en la mayoría de las de España. Llega el boom de las cogeneraciones y hacemos todos los años tres o cuatro plantas. O la biomasa y hacemos dos al año. O ahora las termosolares, y ya estamos en dos.
-¿La clave es estar al día?
-El equipo comercial conoce bastante bien todo lo que se está moviendo y eso nos prepara para lo que va a llegar. Nos adaptamos bastante bien a situaciones nuevas del mercado. Y tenemos varias diferencias más. Somos como las antiguas empresas, todo es personal propio, con lo cual el día que el cliente tiene una avería en su fábrica y necesita 40, 50 ó 60 personas, en poquísimo rato hemos respondido. Hoy, lo que prima en el sector es lo contrario, la subcontratación. Además, cumplimos una función social, dar trabajo. Y otra diferencia es que tenemos formación no sólo para directivos, sino para los chavales que no la tienen y están en el desempleo.
-¿La crisis se nota?
-Nos afecta a todos. Hay factores externos que uno no domina, como los bancos o compañías que no piensas que tienen problemas para pagarte y los tienen por influencia de esa situación. Nos hemos encontrado con alguna sorpresa, retrasos en los pagos, dificultad de descuentos? Una gran parte de las empresas que llegan al concurso es por esta situación.
-Ditecsa ha trabajado para Cobre Las Cruces hasta su paralización...
-Conozco el proyecto desde casi su inicio. Sé que han cuidado hasta el extremo el tema medioambiental. En estos momentos la planta está terminada pero no se puede poner en marcha. Hemos salido más de 500 personas, 80 de nuestra empresa, y ninguno ha tenido recolocación y ha ido a engrosar el grandísimo paro que tenemos. Yo haría un llamamiento a las partes implicadas porque es una inversión de más de 500 millones, que estaba dando un trabajo enorme y puede seguir dándolo, y eso es lo importante, el empleo y riqueza que da en Andalucía.
-¿Han planteado dar el salto al exterior?
-Hay que empezar a pensarlo, sobre todo, por cómo está la situación aquí. Creo que hay que hacerlo de la mano de nuestros clientes que salgan al exterior porque no tenemos experiencia.
