Economía

Heineken rechaza una oferta de compra de SABMiller, segunda cervecera mundial

El principal accionista de la multinacional con marcas como Cruzcampo y Buckler considera que la operación «no es factible» y opta por mantener su «herencia» y una «identidad» propia.

el 16 sep 2014 / 12:00 h.

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José Manuel Cabello José Manuel Cabello La cervecera holandesa Heineken, propietaria de marcas como Cruzcampo, ha rechazado una oferta de compra presentada por su homóloga estadounidense SABMiller al considerar que esta operación «no es factible», según confirmó la compañía en un comunicado fechado el pasado domingo en Ámsterdam, donde se halla la sede del grupo. «En respuesta a las recientes especulaciones en la prensa, Heineken anuncia que SABMiller se ha puesto en contacto con ella para tratar una posible adquisición de Heineken», detalla en el escueto comunicado, en el que concluye que, tras haber consultado con su accionista mayoritario –la familia Heineken, a través de la sociedad Heineken Holding–, la operación «no es factible». La familia, prosigue en la nota disponible en su página web, ha informado a SABMiller, Heineken y Heineken Holding de su intención de «preservar la herencia y la identidad» de la marca como una compañía independiente. Así pues, tanto la familia Heineken como la dirección de la cervecera, expresaron su confianza en que la empresa continuará generando crecimiento y valor para los accionistas, concluye la nota, que apostilla que el grupo no tiene intención alguna de hacer más declaraciones o comentarios relativos a este asunto. La oferta de SABMiller tendría como objetivo protegerse de una eventual oferta pública de adquisición (OPA) por parte del líder mundial de la cerveza, el grupo belgo-brasileño AB InBev, una operación con la que se especula en el sector. Pero ¿quién es SABMiller? Para el que no siga muy de cerca esta industria, sepa que se trata de la segunda mayor cervecera a nivel mundial, como pone de manifiesto el hecho de que cada minuto se venden más de 140.000 botellas de sus cervezas. En el año fiscal, hasta el 31 de marzo de este año– registró unas ventas de 315 millones de hectolitros de cerveza, refrescos y otras bebidas alcohólicas, lo que se tradujo en unos ingresos de 26.600 millones de dólares (20.556 millones de euros) y un beneficio antes de impuestos de 6.400 millones (4.945 millones de euros). El grupo cuenta con 70.000 empleados repartidos por más de 80 países, «de Australia a Zambia, de Colombia a la República Checa y de Sudáfrica a los Estados Unidos», como pone de relieve en su web corporativa. Es productor de alrededor de 200 marcas de cerveza, muchas de ellas producidas y consumidas en sus mercados locales, y otras más conocidas como la marca italiana Peroni. Además, esta empresa, que también es uno de los mayores embotelladores de los productos Coca-Cola, cotiza en la Bolsa de Londres. La primera cervecera del mundo es Anheuser-Busch InBev, que tiene en su portfolio unas 200 marcas de cervezas, entre ellas Budweiser, Corona y Beck. Sus números de 2013 se resumen en unos ingresos de 43.200 millones de dólares (33.384 millones de euros), un volumen de producción de 425 millones de hectolitros y una capitalización de 124.097 millones de euros. Los mercados más potentes para sus productos: EE.UU. y la zona norte de Latinoamérica, con sendas contribuciones del 27 por ciento, si bien Europa apenas supone el 10,5. En el caso del grupo Heineken, con sede en Ámsterdam, pero con fuerte implantación en España –en Sevilla, cuenta con la fábrica de Cruzcampo que también produce otras marcas como Buckler–, la cifra de negocio consolidada alcanzó el año pasado los 19.203 millones de euros, un 4,5 por ciento más que el año anterior, con una ratio de ingresos de 92 euros por hectolitro, gracias al fuerte crecimiento de las ventas en Asia, donde sus ingresos se cuadruplicaron. Si hablamos de Heineken España, sus cuatro fábricas en el país produjeron 9,6 millones de hectolitros, con una facturación de 1.313 millones de euros.

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