Heble, tendido en una camilla en el Hospital de Valme. Foto: El Correo.
La espiral de violencia en el fútbol base hispalense no remite. El último episodio de carácter grave sucedió el pasado domingo en el Carlos Marchena de Las Cabezas de San Juan, donde, al término del Cabecense-Écija Balompié de Preferente Juvenil, una decena de aficionados locales propinó una brutal paliza a varios componentes de la plantilla astigitana e, incluso, uno de sus integrantes, Antonio Heble, fue trasladado en ambulancia al Hospital de Valme al presentar pérdida transitoria de conocimiento, mareos y síntomas de pérdida de visión a causa de los golpes que recibió. Sólo la mediación de Juan Galván, coordinador de la cantera ugiense, evitó un altercado de mayores dimensiones. El colegiado designado recogió en el acta los incidentes, que serán analizados por el Comité de Competición en su habitual reunión de los miércoles.
El técnico del conjunto de San Pablo, Javi López, relataba ayer los hechos a El Correo de Andalucía en conversación telefónica. Según su versión, el encuentro transcurrió en un ambiente especialmente crispado e, incluso, el capitán azulino, Antonio Velázquez, recibió un puñetazo que impactó en su espalda con el balón aún en juego. Pero los hechos más graves se produjeron cuando el árbitro decretó el final. Fue entonces cuando, según la versión del preparador ecijano, varios hinchas locales accedieron al césped y agredieron primero al segundo técnico azulino, Toni Serrano, que recibió el impacto de un casco de motocicleta, y luego a Joaquín, auxiliado por alguno de sus compañeros para adentrarse en el vestuario por su propio pie y sin lesiones de carácter grave.
El que, sin embargo, no fue capaz de alcanzar el túnel fue Antonio Heble, al que varios hinchas rojinegros propinaron patadas en el estómago y la cabeza. Un padre de la expedición visitante y el propio Javi López, con la ayuda de un directivo local, evitaron una agresión de mayores dimensiones. Pese a la mediación, el jugador perdió el conocimiento y fue trasladado en ambulancia al Hospital de Valme, donde los médicos encargados de valorar su estado emitieron un informe en el que exponen que el joven jugador padecía una "patología traumática neurológica aguda" que requirió de su ingreso en observación durante algunas horas.
Los servicios jurídicos del Écija Balompié recopilaban ayer toda la documentación necesaria para formalizar una denuncia por vía ordinaria y deportiva, tal y como confirmaron a El Correo de Andalucía desde las oficinas de San Pablo. El presidente del Cabecense, Álvaro Raya, envió ayer una misiva a su homólogo ecijano, José Luis Iglesias, en la que pedía disculpas por el suceso.
