El lehendakari es tan optimista en cuanto a la respuesta que el Gobierno dará a su propuesta de consulta que no espera sólo que Zapatero le de luz verde, sino que propone al presidente convocarla "conjuntamente". Pero De la Vega ha avisado que el Ejecutivo no piensa ceder ni un ápice.
"El desarrollo del presente pacto político requerirá su aprobación por parte del Parlamento vasco y su refrendo en una consulta popular a la ciudadanía vasca que el presidente del Gobierno español y el lehendakari nos comprometemos a convocar conjuntamente para el próximo 25 de octubre". Así de claro se expresa Ibarretxe en la propuesta abierta de pacto político para la convivencia en el País Vasco que ha enviado al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Una vez que el lehendakari ha conseguido que el líder socialista acepte reunirse con él para hablar del futuro en Euskadi, el dirigente vasco va más allá y pretende que Zapatero firme un pacto político que reconozca "la identidad nacional vasca" y plasme que el Estado respetará "las decisiones que, sobre el futuro, adopte libre y democráticamente" Euskadi. Además, pide la creación de un órgano común entre el País Vasco y Navarra que tendrá "las atribuciones ejecutivas y legislativas" que se consensúen.
Estas iniciativas se enmarcan dentro del tercer apartado de la propuesta del lehendakari, titulado Bases para el acuerdo de normalización política. El texto recoge cinco puntos que, según explicó Ibarretxe, son los que el PSE-EE estaba dispuesto a firmar en las conversaciones de Loyola, desarrolladas entre el PNV, los socialistas y Batasuna.
El documento también reclama a Zapatero que se comprometa con "un final dialogado de la violencia" si se dan las condiciones adecuadas y garantice el derecho de decidir el futuro de los vascos. El lehendakari pretende además que el presidente del Gobierno se comprometa a promover "la creación de una euro-región vasca, u otras estructuras institucionales que la evolución del Tratado de la UE vaya posibilitando".
La respuesta. Pese al optimismo de Ibarretxe, el Gobierno no parece tener dudas sobre la respuesta que dará Zapatero al lehendakari cuando se reúnan el próximo 20 de mayo. La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, advirtió ayer al líder del Gobierno vasco de que si lo que pretende en su reunión con el presidente es "volver sacar del cajón" el llamado plan Ibarretxe, la respuesta del Ejecutivo volverá a ser negativa.
"Si el lehendakari al final lo que desea es volver a sacar de su cajón su plan, el presidente volverá a decir lo que ya dijo con toda rotundidad: no. Ha sido, es y será un no claro y rotundo, porque su plan y lo que está proponiendo no está dentro de la Constitución", sentenció.
De la Vega evitó responder sobre Loyola, pero advirtió de que la posición del Ejecutivo es que "sólo es posible reformar los estatutos de autonomía dentro del más escrupuloso respeto a la Constitución".
