Parte de la cúpula de la antigua cárcel de Carabanchel, en Madrid, se derrumbó el sábado cuando los operarios procedieron al derribo de esta zona de la prisión. Los servicios de emergencia confirmaron que no había heridos ni personas atrapadas bajo los escombros.
Algunos testigos aseguraron haber visto "un chispazo" tras el que se escuchó "cómo se había producido un fuego en el interior". "Justo después se apagaron las luces de la obra y pensábamos que habían terminado los trabajos de derribo, igual que el viernes, pero de repente empezaron a llegar policías, bomberos y ambulancias".
Las labores de derribo comenzaron ayer por la mañana, entre las protestas de vecinos que reclaman su conservación. A ellos se sumaron una quincena de integrantes de la Plataforma por un centro para la Paz y la Memoria en la antigua cárcel de Carabanchel, que acamparon en las inmediaciones del recinto penitenciario para pedir que no se derribe la cúpula. Aun así, el derribo caldeó los ánimos de algunos, que lanzaron insultos e incendiaron arbustos que rodean el centro.
No obstante, y frente a todo esto, Instituciones Penitenciarias informó a la agencia Efe de que no ha habido "ningún percance" en los trabajos de demolición de la cárcel de Carabanchel ya que "no ha ocurrido nada que no estuviera previsto".
