Cultura

Isaac Rosa explora los terrores de la sociedad

Después de analizar las miserias del franquismo en obras como El vano ayer u ¡Otra maldita novela sobre la Guerra Civil!, el escritor Isaac Rosa (Sevilla, 1974) vuelve su mirada hacia el presente para explorar los terrores de la sociedad actual en El país del miedo (Seix Barral). Foto: Javier Díaz.

el 15 sep 2009 / 17:32 h.

Después de analizar las miserias del franquismo en obras como El vano ayer u ¡Otra maldita novela sobre la Guerra Civil!, el escritor Isaac Rosa (Sevilla, 1974) vuelve su mirada hacia el presente para explorar los terrores de la sociedad actual en El país del miedo (Seix Barral). "Vivimos un tiempo de incertidumbre, en el que se han diluido o perdido elementos que antes nos daban estabilidad", comenta el autor. "Y al mismo tiempo, es un estado de amenaza permanente. La paradoja es que vivimos en la sociedad probablemente más segura de la Historia, con más controles y garantías que nunca, y sin embargo nos sentimos más inseguros".

Desde esta premisa, y partiendo de un caso de violencia escolar, Isaac Rosa plantea necesarias preguntas acerca de los mecanismos del miedo en el mundo en que vivimos -miedo al extranjero, miedo al terrorismo...-, así como el modo en que el poder los administra en su provecho. La narración atrapa al lector, le obliga a preguntarse acerca de sus propios temores, y poco a poco va desarrollando cuestiones de fondo que van desde el recorte de libertades "que una ciudadanía asustada siempre está dispuesta a aceptar" hasta el hecho de que los espacios públicos se vayan abandonando en beneficio de los privados, "que pueden ser las urbanizaciones cada vez más cerradas o el refugiarnos en ese sucedáneo de la calle en que se han convertido los centros comerciales", apunta.

La reflexión de Isaac Rosa no elude temas de máxima actualidad, como la crisis económica. "Es lo de siempre, el discurso del miedo. Hay una situación objetiva que todo el mundo conoce, pero se insiste en asustarnos para que nos sintamos amenazados en nuestro trabajo o nuestros ahorros. Eso anula el debate crítico que sería conveniente en un momento en que se están aprobando una serie de medidas bastante importantes", concluye el autor.

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