IU, socio de Gobierno del PSOE en el Ayuntamiento, rechaza la ampliación del tranvía propuesta por los socialistas e incluso va más allá al plantear un trazado alternativo que iría por la Buhaira y Luis Montoto, un recorrido más barato porque no sería necesario el paso soterrado de Ramón y Cajal. Eso sí, captaría menos viajeros.
Tal y como está planteado, por Ramón y Cajal y Luis de Morales, la ampliación del tranvía del Prado hasta Santa Justa sería "perjudicial". Esto es lo que opina el primer teniente de alcalde y delegado de Infraestructuras para la Sostenibilidad, Antonio Rodrigo Torrijos (IU), que considera que la idea socialista expuesta a información pública carece de "coherencia, conveniencia y eficacia".
Las diferencias entre los socios de Gobierno son tan claras que el también portavoz municipal de IU aseguró ayer que si no se atienden sus alegaciones, el proyecto no tendrá su apoyo. Tampoco lo tendrá de la oposición, ni de numerosos colectivos sociales, desde ecologistas, ciclistas y vecinos hasta los empresarios, que incluso amenazaron con llevar la ampliación a los tribunales si no se modifica. En definitiva, el diseño de los socialistas está muy lejos de aunar un mínimo consenso. Además, se da la circunstancia de que las alegaciones presentadas por IU van en la misma línea que las otras 300.
Torrijos incluso admitió ayer en rueda de prensa que lo "normal" hubiera sido que PSOE e IU hubieran negociado el proyecto antes de anunciarlo, pero el alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, "comprometido personalmente, tomó la decisión de impulsar la ampliación y la lanzó". No obstante, intentó justificar al primer edil: "Lo terrible sería una posición de no enmendar".
De todos modos, el líder de la federación de izquierdas arremetió contra la gestión de sus socios. En primer lugar, aseguró que es fundamental que se concrete el presupuesto total del proyecto (en principio, 72 millones de euros) y cuánto aportará cada Administración (Junta y Consistorio). Según IU, el Ayuntamiento no puede hipotecarse con el tranvía y hacer peligrar otros compromisos, por ejemplo, sociales. Sobre una hipotética aportación del Estado, la enmarcó en un sueño o utopía.
En segundo lugar, Torrijos considera que el proyecto debe contar con un estudio en profundidad del tráfico en el recorrido propuesto. "Se nos tiene que demostrar que el trazado es el más útil", sostuvo. A su juicio, el estudio de los posibles usuarios es también clave, puesto que determinará el coste real del proyecto.
Sólo con estos informes en la mano e introduciendo bastantes cambios, IU apoyaría la idea socialista de que el tranvía vaya por Ramón y Cajal, San Francisco Javier y Luis de Morales. Entre las modificaciones estarían la protección de los 208 árboles que habría que eliminar y de los 493 afectados indirectamente por las obras, incrementar la anchura de las aceras hasta ocho metros, como indica el PGOU, así como de los carriles bicis hasta, como mínimo, 2,5 metros. También es fundamental para IU que se reduzcan los carriles para el tráfico privado.
"Teniendo en cuenta que un carril es de exclusiva utilización por el autobús -dijo-, en San Francisco Javier entran tres carriles para tráfico privado, que acaban en uno en Luis de Morales y sigue en uno en Kansas City", lo cual "parece una solución que podría acarrear problemas en esos nudos".
Si se plasman en el mapa todas las alegaciones de la federación, los coches sólo podrían circular por un carril. "Alternativa hay, pero habría un carril compartido o ninguno", advirtió, para los vehículos privados. El botón de muestra, la Avenida: "Si tuviera dos carriles para los coches sería una incoherencia".
Con todo, Torrijos incluye en sus alegaciones "para su reflexión" un trazado alternativo: avenida de la Buhaira, Luis Montoto, Kansas City y Pablo Picasso. Eso sí, con ventajas e inconvenientes. Entre las primeras, el coste. Ya no sería necesario el paso soterrado en Diego Martínez Barrios con San Francisco Javier, por lo que se ahorrarían 12 millones de euros. Además, es el trazado más rápido. El problema es que el tranvía pasaría por zonas menos pobladas y, por ende, tendría menos viajeros potenciales. "Nosotros -dijo el primer teniente de alcalde- no hemos podido hacer las mediciones y creemos que nadie lo ha hecho", criticó Torrijos apuntando una vez más las carencias del proyecto socialista.
Para el delegado de Infraestructuras para la Sostenibilidad, la falta de consenso no retrasará el proyecto. Sin embargo, el Consistorio anunció que la obra hasta el apeadero de San Bernardo empezaría en julio y que el periodo de alegaciones terminaría en abril. No lo hará hasta julio.
