Apeadero de La Salud.
Hace aproximadamente una década que comenzaron a asentarse en Jardines de Hércules los primeros habitantes de este nuevo barrio, situado en el distrito Bellavista-La Palmera. Esta urbanización, erigida en los terrenos de la antigua fábrica de Uralita, ha ido creciendo poco a poco desde comienzos de la pasada década, hasta el punto de albergar en la actualidad a más de 4.000 vecinos, que llevan esperando años a que algún partido político cumpla la eterna promesa de poner a funcionar el apeadero ferroviario de La Salud, una estación incluida en los mapas de Cercanías de Renfe, que en su día dio servicio a los trabajadores de aquella planta, y que hoy es empleada por los trenes sólo para hacer paradas técnicas.
Desde hace años existe la intención de poner en servicio La Salud, a fin de conectarla con Virgen del Rocío, con el intercambiador de San Bernardo y el Metro, con Santa Justa y con las estaciones de Bellavista y Dos Hermanas, lo que daría una alternativa de transporte público a este barrio, al que sólo llega una línea de Tussam, que conecta con el Prado.
El portavoz del grupo municipal socialista, Juan Espadas, visitó ayer la zona y reclamó al alcalde, Juan Ignacio Zoido, que medie con el Ministerio de Fomento para que ponga en uso cuanto antes la estación. Demandó que al menos se saquen a licitación los trabajos.
En abril de 2011, el portavoz socialista se reunió para abordar esta cuestión con el presidente de Adif, la sociedad que gestiona las infraestructuras ferroviarias, al que arrancó el compromiso de licitar las obras en 2012, algo que, según explicó, no se produjo debido al cambio de gobierno.
Espadas, también senador del PSOE, volvió a interesarse en marzo de 2012, preguntando en la Cámara Alta y obteniendo de la ministra evasivas sin concreción ninguna, alegando que Fomento volverían a analizar las necesidades de la zona. Le pido a Zoido que medie con la ministra para desbloquear este proyecto, que es la gran operación pendiente de la red de Cercanías de Sevilla, junto a la puesta en marcha del eje Cartuja-Blas Infante y la estación de Guadaíra, como extensión de la Pablo de Olavide.
Zoido, al igual que el anterior equipo de gobierno municipal, se comprometió con los vecinos a poner en marcha La Salud, si bien los años pasan y esta infraestructura sigue cerrada. Este apeadero existe desde hace años y lleva sin uso desde que Uralita se marchó de estos terrenos industriales, que adquirieron uso residencial en 1999 gracias a una recalificación que ejecutó elPA, gobernando con el PP.
El apeadero está separado de Jardines de Hércules por una valla a la que le faltan barrotes, lo que permite el acceso a las vías y a la estación, que en la actualidad cuenta con iluminación, andenes y hasta una pasarela elevada para sortear los railes, si bien carece de un acceso peatonal para los vecinos.
Espadas pidió también al Ayuntamiento que abra un proceso de diálogo con los vecinos para dar uso a los dos quioscos que aún permanecen cerrados en el parque de Jardines de Hércules y reivindicó la instalación de complejos deportivos, públicos o público-privados, en los solares vacíos y abandonados de la urbanización.
A la cita con el portavoz socialista acudieron varios vecinos de la Asociación Jardines de Hércules, aunque nadie de su directiva, por un error en las agendas, según alegó el concejal socialista, que espera verse con esos representantes en próximos encuentros.
Los residentes que sí acudieron recordaron también a Espadas la promesa del actual alcalde de habilitar una vía saludable y peatonal entre Jardines de Hércules y los Bermejales que sortee la SE-30 y el antiguo canal de los presos, ya que en la actualidad sólo se puede llegar a pie atravesando el carril bici, y es un peligro.
