Distendido, desenfadado, amable, así se mostró el actor Jean Reno en el encuentro con la prensa previo a la concesión del Giraldillo de Oro por parte del Festival de Sevilla. Su actitud era en cierto modo lógica: estaba en casa.
Hijo de una jerezana y un sanluqueño, Reno -de verdadero nombre es Juan Moreno- aseguró en impecable español que siempre que viaja al sur de España, siente "una responsabilidad muy fuerte. El gobierno de Andalucía [aunque en realidad fue la Diputación de Cádiz] me hizo ciudadano de honor, y allí estaba mi hermana, la familia, todos llorando. Son los fantasmas de mis padres los que están acá", recordó.
Dijo que le gustaría trabajar en España, "con Almodóvar o con el director de El laberinto del fauno" o con una historia como La piel del tambor. "O algo de amor, con Sevilla funciona el amor", añadió.
A propósito del homenaje que el Festival de Sevilla ha rendido este año a Antonioni, Reno tuvo palabras emocionadas para recordar su trabajo con él en Más allá de las nubes. "Él tenía problemas para hablar pero se reía conmigo. Yo estaba en una nube con él, como el título de la película, para mí era importante poder tocarlo, compartir momentos con Michelangelo. Había mucha gente y todo el mundo cobró lo mismo, pero una de las cosas que me gustan del cine es que hay respeto por el talento".
También tuvo tiempo de exponer su idea de Hollywood. "La primera vez llegas y es más de lo que esperas, Sunset Boulevard, los estudios, es como un castillo mágico, toda la ciudad funciona para el cine, ves caras conocidas por todas partes. Cuando vas conociendo más, descubresque hay demasiada soledad en una ciudad de 120 kilómetros", explicó.
Claro que trabajar en la Meca del Cine también tiene sus ventajas. "La diferencia con Europa es que cuando el cine americano te conoce, todo el mundo te conoce, y eso es más trabajo, más oportunidades", agregó. "Lo mejor es ir y venir, no me gusta pasar horas en la televisión explicando qué estoy rodando ahora, y llevo años con el mismo abogado, el mismo manager. Puestos a elegir, prefiero Nueva York a Los Angeles".
Por otra parte, Reno manifestó su necesidad de apartarse de vez en cuando de su oficio. "Los actores son como vasmpiros", ironizó. "Creo que estar siempre hablando de lo mismo te hace perder frescura. Y cuando haces dos películas al año y estás siempre fuera de casa, es bueno volver y llevar a tus hijos a la escuela a las siete y cuarto de la mañana".
