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Jiménez ya tiene las fugas localizadas

El Sevilla tiene a día de hoy varias deficiencias localizadas que deben subsanarse y que a buen seguro la dirección deportiva pretenderá solucionarlas. Hace falta un central de garantías que refuerce a Squillaci y Dragutinovic y un pivote que suba el nivel de competitividad en el medio del campo. Lo ha dejado claro Manolo Jiménez con sus alineaciones.

el 16 sep 2009 / 01:15 h.

El Sevilla tiene a día de hoy varias deficiencias localizadas que deben subsanarse y que a buen seguro la dirección deportiva pretenderá solucionarlas. Hace falta un central de garantías que refuerce a Squillaci y Dragutinovic y un pivote que suba el nivel de competitividad en el medio del campo. Lo ha dejado claro Manolo Jiménez con sus alineaciones.

Si Mosquera, después de su mal partido en Huelva ("gran actuación con un fallo puntual, clamoroso pero puntual", para Jiménez), no juega ante el Getafe es porque no está al nivel. Si David Prieto, después de su cumplidora primera vuelta ("notable" para Jiménez) no juega desde su desastrosa semifinal ante el Athletic será porque el técnico no lo ve en condiciones. Si Dragutinovic, inédito durante casi toda la temporada, aparece y desaparece de las alineaciones -que las hace Jiménez, por si a alguien se le olvida- será porque el de Arahal no confía en él como para darle continuidad. Conclusión, hace falta un central de garantías para la próxima temporada. Porque Squillaci y Escudé lo son, pero de vez en cuando se lesionan, y el equipo lo nota.

Si Maresca ha jugado poco más de dos horas en la Liga desde el pasado mes de enero, será porque el entrenador no lo ve al nivel del resto de sus compañeros. Si además cada vez que salta al campo evidencia una clara falta de ritmo, será porque no lo tiene, y si además el equipo lo nota, y vaya si lo nota, será porque a día de hoy no está al nivel que exige este Sevilla. Si por lesión falta Duscher, limitado con la pelota, pero a día de hoy el único capaz de recuperar balones en la medular, Fazio sigue sin enterarse de qué va la película, Renato se ha convertido en más mediapunta que en constructor de juego y Romaric se escora a la izquierda, falta un pivote. Conclusión, hace falta un futbolista completo, físico, que destruya y que construya. Encontrarlo no será difícil, el problema será el precio. Pues habrá que gastar, si se quiere, claro.

Perder un partido después de haber ganado seis y empatado uno de los siete anteriores no es una tragedia, ni mucho menos un drama cuando se tiene ocho puntos sobre el cuarto. Será un accidente y varapalo como mucho. Pero decir que ya se había avisado, que en Semana Santa se habla poco de fútbol... ¡Naturalidad, hombres de fútbol!

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