Aunque la rabia de los exaltados que rompieron la rutina de una mañana normal en la ciudad deportiva se concentró en Nelson, el protagonista del incidente más tenso resultó ser otro. Jonathan Pereira, que va de controversia en controversia esta temporada, fue el único futbolista de todos los que se entrenaban que cometió la torpeza de mirar a algunos de esos hinchas mientras les gritaban a él y a sus compañeros. Y no acabó ahí la cosa. Según la versión de algunos seguidores allí presentes, el gallego se puso a la altura de los que insultaban a los jugadores y dedicó algún que otro improperio en aquella dirección.
Esta es al menos la explicación que le llegó al entrenador, Pepe Mel, cuando se detuvo en la puerta principal de la ciudad deportiva para hacerse fotos con algunos béticos y atender las quejas de otros. Lo que le dijeron es que Pereira se había acordado de los fallecidos de no se sabe quién, pero lo más noticioso es que el técnico ya conocía el dato o algo similar, porque esta fue su respuesta: "No te preocupes, que tendrá lo suyo". De hecho, al míster verdiblanco se le vio charlando un rato con Jonathan Pereira durante el entrenamiento mientras ambos caminaban hacia el edificio de los vestuarios.
Este suceso con el atacante vigués ocurre pocas semanas después de que el club le aplicase el nuevo reglamento interno por abandonar un entrenamiento antes de tiempo alegando unas molestias, justo después de que Mel no lo convocase para el partido de Liga contra la Real Sociedad.
