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Juez Serrano ve "sesgadas" y "poco rigurosas" las estadísticas del Observatorio contra la Violencia de Género

Califica de "sesgadas" y "poco rigurosas"  las estadísticas del Observatorio contra la Violencia de Género.

el 20 abr 2011 / 11:34 h.

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El juez de Familia número 7, Francisco Serrano.
El presidente de la Plataforma Ciudadana por la Igualdad y juez de  Familia de Sevilla, Francisco Serrano, ha elaborado un informe en el  que viene a demostrar que las estadísticas del tercer trimestre de  2010 sobre violencia doméstica ofrecidas por el Observatorio de  Violencia de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ)  "vuelven a ser presentadas de manera sesgada y poco rigurosa", lo  que, a su juicio, "contribuye a aumentar la típica confusión  interesada que sólo beneficia a los defensores de un discurso  puramente ideologizado que sobredimensiona unos datos, esconde otros  y termina por desentenderse de la realidad y hasta de las víctimas".

De este modo, el juez Francisco Serrano ha elaborado un 'Informe  crítico y contradictorio sobre datos del Observatorio de Violencia  Doméstica' al objeto de "demostrar la verdadera dimensión del  maltrato machista en España", dándose la circunstancia de que, para  llevar a cabo el citado estudio, ha partido de los propios datos del  Observatorio, "para que luego nadie diga que nos inventamos los datos  o que utilizamos otros distintos".  

En este informe, al que ha tenido acceso Europa Press, el también  presidente de la Plataforma Ciudadana por la Igualdad concluye que,  del total de 35.270 denuncias por violencia de género formuladas en  el tercer trimestre de 2010 --lo que supondrá a lo largo de un año  alrededor de 140.000 denuncias--, 7.604 correspondieron a denuncias  que acabaron en sentencias condenatorias --el 29,99 por ciento sobre  el total de asuntos concluidos y el 21,56 por ciento sobre las  denuncias formuladas en ese trimestre--, "y bastante más del doble de  esas denuncias, 17.138 --el 67,08 por ciento sobre el total de  asuntos concluidos--, no acabaron en sentencias condenatorias".

En este sentido, el juez añade que, "si en relación a esas  sentencias condenatorias tenemos en cuenta" los datos suministrados  en el informe elaborado por el propio Observatorio sobre un muestreo  de 530 sentencias dictadas por audiencias provinciales para tratar de  demostrar la inexistencia de denuncias falsas, "ahí se observa que de  las 530 sentencias que han integrado la muestra total del estudio, 34  --un 6,42 por ciento-- corresponden a apelaciones contra sentencias  dictadas en juicios de faltas; 472 --un 89,6 por ciento-- a  apelaciones contra sentencias dictadas en procedimientos abreviados  por los juzgados de lo Penal y 24 sentencias --un 4,53 por ciento--  fueron dictadas en única instancia por las audiencias provinciales".  



Al hilo, asevera que, en total, el muestreo del Observatorio  "habla de 439 sentencias condenatorias", de las que 267 --el 59,33  por ciento-- "corresponden a insultos ocasionales, pequeñas disputas  tras una ruptura conflictiva de pareja o acometimientos recíprocos  por hechos conyugales puntuales"; otros 98 casos --el 21,78 por  ciento-- "se debieron a amenazas leves de tan acreditada peligrosidad  como decir 'te vas a enterar si no me dejas ver a los niños'"; 46  casos --10,22 por ciento-- se refieren a quebrantamientos de condena,  "algunos de ellos propiciados y facilitados por la propia víctima en  cuya protección se estableció una medida de alejamiento", y "sólo" 28  casos --un 6,22 por ciento-- "sí suelen corresponderse con auténticas  situaciones de asimetría y violencia física o psicológica".

Para el juez Serrano, de todos estos datos se desprende que "si  extrapolamos ese 6,22 por ciento de verdaderos casos de violencia que  puede ser llamada machista al total de las sentencias condenatorias  del tercer trimestre del año 2010 --7.604--, obtendríamos 473  sentencias condenatorias con esas características trágicas",  señalando que "esas mismas 473 sentencias, frente al total de 25.574  asuntos concluidos en el mismo trimestre, representarían apenas un  1,85 por ciento del total de asuntos abordados".

"MALICIOSO JUEGO DE CIFRAS"

"Lo que no puede pretenderse es hacer extensivo ese 1,85 por  ciento de los casos de condenas al 98,15 restante de denuncias  presentadas", según prosigue el juez Serrano, ya que, a su juicio,  "ese malicioso juego de cifras que la ideología de género pretende  provoca que cada trimestre haya otras muchas mujeres, no menos del  doble, otras 500 tal vez, que quedan desasistidas porque no confían  en un sistema que está siendo desbordado continuamente por denuncias  muchas veces absurdas o directamente falsas".

Según considera, "existirían ahora mismo unas 4.000 mujeres cada  año que se encuentran en verdadera situación de riesgo y a las que  seguimos sin proteger por culpa de quienes se dedican a abusar del  sistema para simplemente mantener una industria del maltrato del que  se aprovechan muchos y muchas oportunistas que rentabilizan económica  y políticamente esa lacra social deliberadamente sobredimensionada".  Así, apunta que, "descontados los 4.000 casos ya señalados, un  inmenso porcentaje de las 130.000 denuncias anuales restantes se  refieren a hombres injustamente denunciados en base a un  planteamiento ideológico convertido en norma".

"En esa cantidad, próxima a 130.000, se encuentran hombres,  profesionales, con familia, estigmatizados, hasta el punto incluso de  pretender negárseles su derecho a seguir siendo padres, de los que se  cuestiona que tengan derecho a la presunción de inocencia y de los  que más del 75 por ciento ha sufrido una detención humillante y  contraria a los fundamentos y criterios legales que ha de regir esa  privación cautelar de libertad", sentencia.  

Por último, el juez Francisco Serrano da "por sentado" que "el  entramado político y/o económico que se empeña en alienar a la  sociedad civil, en su propio beneficio, volverá a poner en marcha sus  recursos, que son muchos, para desacreditar la información  contrastada que ofrezco, pero lo cierto es que la conciencia social  tiene un límite de manipulación".  

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