El ministro de Justicia, Mariano Fernández Bermejo, es partidario del uso de medicamentos inhibidores del deseo sexual, bajo prescripción médica y para pederastas cuya rehabilitación, una vez cumplida su pena, no esté asegurada.
Bermejo asegura que el proyecto de ley que su equipo prepara y que se presentará el próximo otoño establecerá "posibilidades para que los profesionales puedan aplicar el tratamiento que convenga" en cada caso. El ministro explicó ayer en una entrevisat que no le gusta "hablar de castración química, porque induce a error", pero defiende que "hay medicamentos que inhiben el deseo sexual y funcionan para algunas personas".
Además, Bermejo indica que, para mejorar la lucha contra los delincuentes sexuales, habrá que "ver si hay que elevar las penas y afinar el sistema para que no salga nadie de prisión hasta el último día si no hay buen pronóstico".
