La tarde de ayer fue movida para el Real Madrid. Florentino Pérez negoció el fichaje de Kaká con el padre del jugador, Bosco Leite, y Adriano Galliani, administrador delegado del Milan. El acuerdo parecía cerrado por 65 millones de euros, pero a última hora apareció el Chelsea.
De hecho, varios medios italianos dieron por cerrado el fichaje del brasileño a media tarde de ayer. Incluso Marca anunció que la operación había concluido con el acuerdo por 65 millones de euros para el equipo italiano y nueve netos para el futbolista durante los próximos cinco años. Es más, este medio anunció que el jugador será presentado la próxima semana tras la reunión mantenida ayer en la sede de ACS. Sin embargo, a última hora de la tarde apareció un contratiempo que puede hacer variar la operación, aunque parece poco probable a estas alturas, el Chelsea. La llegada de Carlo Ancelotti al banquillo del equipo inglés paró momentáneamente el inminente fichaje de Kaká por el Real Madrid.
El Madrid estaba de acuerdo en pagar los 65 millones de euros acordados, sin incluir ningún jugador en la operación, pese a que en Italia apuntaban la posibilidad de que Robben y Sneijder fueran incluidos en la misma sumados a unos 50 millones de euros. Con todo, el club blanco rechazó tal extremo y logró llegar a un principio de acuerdo con la entidad lombarda alrededor de los 65 millones de euros. Sin embargo, la intromisión del Chelsea en las últimas horas ha complicado la operación porque su oferta supera a la del Madrid.
La oferta blanca era por cinco temporadas a razón de nueve millones de euros libres de impuestos por cada una de ellas. El 50 por ciento de sus derechos de imagen serían del Madrid y el otro 50 por ciento del jugador. De esta manera, Florentino Pérez iba a rematar el que sería el primer fichaje de su nuevo mandato, pero Bosco Leite también quiere aprovechar la oferta del Chelsea para subir la ficha de su hijo y el dinero que él se embolsará en la operación y contribuyó a frenar el trato, según el Diario AS.
Carlo Ancelotti, que tiene una gran vinculación personal con el jugador, ha entorpecido las negociaciones hasta el punto de que el jugador aún podría irse a Inglaterra e incluso quedarse en el Milan. Aún así, Florentino Pérez es optimista y se considera capaz de reconducir la situación y cerrar la operación.
En las negociaciones de ayer no faltó un punto surrealista. Primero puesto por el futbolista -desde la concentración de Brasil-, que con su padre sentado a la mesa con Florentino Pérez pidió "por favor" que le "dejen en paz" y que no le preguntaran más por el interés del Real Madrid en hacerse con sus servicios: "Lo digo por última vez. La última. No quiero dejar el Milan. Por favor, en este momento prefiero estar en silencio porque no quiero que se me malinterprete". Por otra parte, Adriano Galliani, administrador delegado del Milan, inicialmente desmintió encontrarse en Madrid. "Estoy en el mar, en la Romagna", dijo a la Gazzetta. Apenas una hora después reconoció que estaba en la capital de España para "asistir a la fiesta de celebración por la elección de Florentino como presidente. Lo del mar era broma", dijo.
