-¿Preparada para volver a afrontar a partir de septiembre el juicio por el asesinato de su hija?
-Por su puesto, no le quepa la menor duda, incluso con más fuerza que antes. Como a mi hija no se le hizo justicia en su momento quiero que se le haga justicia de una vez y como hay más personas implicadas que están libremente disfrutando de la vida, estas personas tienen que estar entre rejas, porque igual que le hicieron daño a mi hija le pueden hacer daño a otras personas.
-¿Van a acudir de nuevo a los juzgados con nuevas pruebas. ¿Cuáles son?
-Con nuevas pruebas y nuevos implicados, con dos personas más [Dolores Vázquez y Robert Graham].
Se me está pasando un verano larguísimo porque teníamos previsto presentar la documentación ante el Tribunal Supremo antes del verano, pero mi abogado nos recomendó esperar a septiembre. Se trata de pruebas fundamentales, muy buenas que van a dar un vuelco muy grande al caso Wanninkhof y estoy completamente segura de que el caso se va a volver a abrir y las personas que Tony Alexander King nombró van a estar donde tienen que estar, en la cárcel.
-Para las pruebas que van a presentar en septiembre, ¿han tenido que recurrir a detectives o a algún tipo de investigación más ardua?
-No, simplemente estudiar bien toda la documentación que ya teníamos y el testimonio de personas que tenían que hablar y no hablaron en su momento.
-¿Por qué la familia Wanninkhof ha insistido siempre en la presunta implicación de Dolores Vázquez y Robert Graham?
-Porque Tony King no lo hizo solo, lo hizo en compañía de dos personas más, de hecho Tony King sólo participó en el traslado del cadáver. Estamos convencidos de que no cometió el asesinato. Tengo una carta escrita por él, que me la envió después de la muerte de su hija, jurándome que a mi hija no le tocó ni un pelo, pero que estuvo allí. Me lo jura delante de la Biblia, creo que es un buen cristiano y un buen católico. Tony King es escoria pero hasta la escoria hace a veces cosas buenas. Él me lo confesó después de la muerte de su hija porque estaba amenazado de que si hablaba la matarían. Ya en el juicio habló y la niña ha muerto en circunstancias extrañas, ahogada, pero a mí me extraña que una niña de diez años que vive en la Costa del Sol no sepa nadar.
-¿Su contacto con Tony King ha sido por carta?
-Sí, sólo por correspondencia porque él me ha escrito, en inglés, pero mis hijos me la han traducido. Ellos hablan muy bien este idioma, de hecho Rocío estaba estudiando la carrera de magisterio de lengua inglesa. Aunque a mí me hubiese gustado hablar con él personalmente porque a mí me gusta hablar con las personas cara a cara y mirarles a los ojos.
-¿Cómo se encuentra anímicamente después de haber pasado nueve años del asesinato de Rocío?
-Anímicamente tengo una depresión de caballo, pero también tengo ilusión porque estoy empezando a escribir un libro sobre mi hija, sobre todo lo que pasó. Voy a plasmar cómo vivimos los últimos días, cómo fue su infancia, cómo era Rocío en su vida diaria y cómo estuvimos conviviendo con ciertas personas. Este libro saldrá publicado en tres o cuatro meses como máximo. Por eso tengo mucha ilusión, para que todas las personas que quieran sepan quien es la familia Wanninkhof.
-¿Lo escribe usted sola?
-Lo estoy escribiendo de mi puño y letra, pero con la colaboración de un amigo mío.
