La empresa que construye el nuevo tanatorio de Écija niega que la actividad del crematorio que está previsto instalar en el mismo vaya a ser contaminante y perjudicial para la salud, como ha denunciado un grupo de vecinos. La firma, Tanatorio de Écija S.L., dice cumplir todos los requisitos legales.
"Un coche normalito circulando por la ciudad contamina diez veces más que el humo resultante de una cremación". De esta forma tan gráfica ha desmentido la empresa que construye el nuevo tanatorio de Écija las acusaciones de que la actividad del horno incinerador va a provocar enfermedades en los ecijanos por culpa de la emisión de gases pretendidamente tóxicos.
Directivos y técnicos de Tanatorio de Écija S.L. se han mostrado respetuosos con la opinión de este grupo de vecinos - alrededor de medio centenar de personas - pero califican el miedo a posibles enfermedades provocadas por el crematorio como "creencias sin fundamento", ya que el horno incinerador proyectado en el nuevo tanatorio filtra las impurezas de la cremación hasta conseguir que la emisión de humo sea inodora e incolora.
"Los gases están totalmente depurados", explica Rufino Martín, consejero de la empresa, "lo que significa que el horno no genera contaminación". Según la firma, la emisión de gases de la cremación se valora en una décima parte de la emisión permitida por la normativa europea.
El directivo de Tanatorio de Écija S.L. asegura que la empresa cumple todos los requisitos legales, tanto urbanística, como, sobre todo, ambientalmente hablando, marcados por la Unión Europea y por la Junta de Andalucía, "que es el organismo que nos tiene que otorgar la licencia", apunta Martín, que enfatiza que "no hubieramos invertido más de dos millones de euros en este proyecto si no contáramos con todos los permisos y trámites legales".
Tanatorio de Écija ha puesto a disposición de todos los vecinos de la ciudad la información sobre la actividad y funcionamiento del crematorio "para tranquilizar a la población y demostrar que esta es una actividad reglada y no calificada como actividad contaminante". Además , el servicio de incineración debe someterse a controles de salubridad cada seis meses.
