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La APA exige a Educación que expulse al profesor acusado

Los padres del Diamantino García quieren que el profesor expedientado por insultar y pegar a sus alumnos "abandone el instituto" y pedirán a Educación que agilice los trámites. Los padres habían denunciado el problema mucho antes de que el docente abofeteara a un niño hace días.

el 14 sep 2009 / 23:40 h.

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Los padres del Diamantino García quieren que el profesor expedientado por insultar y pegar a sus alumnos "abandone el instituto" y pedirán a Educación que agilice los trámites. Los padres habían denunciado el problema mucho antes de que el docente abofeteara a un niño hace días. La delegación remitió ayer el expediente a la consejería, que deberá decidir si le aparta del servicio.

La Delegación de Educación aseguró ayer que "el expediente ha sido hoy remitido a la consejería, que es la competente para decidir si suspende de empleo y sueldo al profesor". La asociación de padres y madres del Diamantino García Acosta, ubicado entre La Plata y Rochelambert, conocía de sobra "el trato impulsivo y vejatorio" que el profesor de Física y Química tenía con los alumnos.

Durante el curso pasado, los padres tuvieron varias reuniones con el servicio de inspección de Educación para denunciar los insultos que sus hijos recibían por parte del docente y su "costumbre" de usar motes xenófobos y machistas con ellos, algo que motivó una denuncia contra el maestro firmada por 50 estudiantes.

Sin embargo, el Ampa desconocía que una madre, a título personal, se dirigió hace dos semanas a la Delegación de Educación para denunciar que ese mismo profesor había abofeteado a su hijo. Esa agresión fue el detonante que motivó un expediente sancionador que recogía todas las denuncias que padres, alumnos y el propio equipo directivo del centro habían hecho durante el último año y medio. Al enterarse de que el problema se había reactivado, el Ampa fue tajante: "Este profesor no puede seguir dando clases a nuestros hijos. Queremos que se vaya del instituto de inmediato", sentenció ayer su presidente, José Cárdenas.

El Ampa ha convocado esta semana una reunión con las familias para analizar el problema. "El curso pasado tuvimos muchas reuniones en la delegación por este tema. No se puede repetir que este profesor trate de forma despectiva a los alumnos", asegura.

La inspección educativa compartía esa preocupación con los padres. Había recibido media docena de informes quejándose de que el profesor usaba motes racistas con los niños. A los inmigrantes les llamaba "negrito", "chinita", "hachís" o "ketama", a un chico afeminado "maripili" y al niño obeso le llamaba "gordo". "Lo hace sin pensar que puede molestar. Como una broma", le habían dicho desde el equipo directivo.

Pero el profesor, "que siempre entraba al trapo y se enfrenta a los chavales como si fuera uno de ellos", era dado a enfadarse y de ahí pasaba a los insultos directos: "golfa", "maricón", "morito, vete en patera a tu casa". La Delegación de Educación citó varias veces al docente de Física y Química para reconducir su comportamiento. Incluso se le hizo una evaluación médica para aclarar si padecía algún trastorno psíquico debido al estrés laboral. "Usted es el docente y no puede hablar como si estuviera en la calle", le decían.

A lo que él contestaba que insultaba a los chicos porque estos le insultaban a él. Al final, el hecho de que fuera interino y, por tanto, no estuviera asegurada su continuidad en el Diamantino hizo que la Administración y los padres lo dejaran pasar. "La inspección y la dirección del instituto fueron los primeros sorprendidos al enterarse de que le habían vuelto a destinar al Diamantino este curso", dice Cárdenas.

Según fuentes de Educación, al empezar el curso, el centro recortó todo lo que pudo el horario del polémico profesor. Le retiró las tutorías y las guardias de recreo para que no se enfrentara a los alumnos. Fue precisamente en el recreo donde un grupo de chavales, burlándose de él, consiguió llevarle al límite.

El docente estalló y, según la denuncia de la madre, "abofeteó en la cara a un chaval". La inspección le abrió un expediente al que más tarde se le adjuntó otra denuncia de una alumna a la que había pegado en el culo. Dada la trayectoria del profesor, se le puso un instructor para que investigara el problema a fondo y decidiera si había que suspenderle de empleo y sueldo por un mínimo de tres meses. La inspección solicitó como medida cautelar que se le apartara del servicio activo hasta tener los resultados de la investigación.

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