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La apuesta de Andalucía. La industria aeronáutica y los centros de decisión

Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que desde Andalucía se movieron los hilos correspondientes para evitar que una hipotética segunda silla en el consejo de administración del consorcio europeo EADS fuera a parar a Cataluña, tal y como lo demandaba...

el 15 sep 2009 / 23:00 h.

Qué lejos quedan aquellos tiempos en los que desde Andalucía se movieron los hilos correspondientes para evitar que una hipotética segunda silla en el consejo de administración del consorcio europeo EADS fuera a parar a Cataluña, tal y como lo demandaba su entonces presidente Pascual Maragall. Conocedor de la creciente importancia que iba adquiriendo la industria aeronáutica, presionó lo suyo a Zapatero para arrancar una cualificada representación en el órgano de gobierno de un conglomerado empresarial que, paradójicamente, no contaba con presencia significativa en territorio catalán a diferencia de lo que ocurre con nuestra comunidad. Se supo luego que Manuel Chaves hizo lo que tuvo que hacer para evitar tal despropósito. La presencia de un catalán en la cúspide se interpretaba como toda una amenaza para Andalucía ya que en Barcelona no disimulaban su intención de aprovechar la operación para desviar carga de trabajo y constituir un nuevo polo aeronáutico. Por si acaso, Chaves supo ejercer su influencia pero, al final, no hizo falta mayor esfuerzo ya que los socios de España no permitieron que incrementara su cuota de representación en dicha entidad.

La batalla por la división militar del consorcio airbus

Ahora, tal vez, el problema sea mayor aún. Se está ventilando la posibilidad de que nuestra presencia (España cuenta con el 5,5% de las acciones de la compañía a través de la SEPI) se diluya al integrarse esta división, dedicada a la construcción de aviones militares, en el consorcio de Airbus dentro de un amplio y profundo proceso de reestructuración de la empresa. La batalla no se centra ya en aumentar nuestro peso específico en el gigante aeronáutico con un puesto más en el consejo sino en conseguir que, al menos, no se desmantele lo que ya tenemos aquí con la planta de ensamblaje del A400M, ubicada en Sevilla, como principal exponente.

El escenario es bien diferente al tiempo que muy inquietante, a pesar de los mensajes tranquilizadores que se lanzan parte de las autoridades españolas. Por de pronto, parece que se ha paralizado el relevo de Carlos Suárez como presidente de la mencionada división militar pero después de este pulso nada será igual.

Apuesta acertada por la construcción aeronáutica

A estas alturas, nadie duda ya de lo acertado de la apuesta que hizo en su momento Andalucía por esta actividad aportando una considerable cantidad de recursos públicos para su implantación y desarrollo. El último movimiento es el de la creación de Alestis.

Gracias a la decidida intervención de la Junta y de las cajas andaluzas y, no se olvide esto, con la oposición del PP, se va a convertir esta empresa en una industria de primer nivel con una cartera de pedidos asegurada a largo plazo. Todo un reto del que estamos seguros que saldremos bien parados a pesar de los riesgos inherentes que conlleva esta actividad sujeta a muchos vaivenes tal y como ahora estamos comprobando. En todo caso, bienaventuradas estas incertidumbres que surgen en el terreno más propicio posible, el de las nuevas tecnologías y la internacionalización de la economía, las nuevas coordenadas en las que nos debemos mover, pero eso sí, a ser posible, con la máxima capacidad de decisión.

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