Andalucía llega hoy al Consejo de Política Fiscal y Financiera con la misma dolencia que el resto de las comunidades autónomas (falta de liquidez, deudas con los proveedores, déficit presupuestario...), pero "con las cuentas más saneadas que la media del conjunto del país", señaló ayer la consejera de Presidencia, Mar Moreno. Ese será el aval que presente hoy la consejera andaluza de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, cuando la ministra Elena Salgado proponga a las comunidades una "regla de gasto común". A priori, el Gobierno regional está de acuerdo con autoimponerse un límite en el gasto en función del comportamiento de la economía a medio plazo, pero siempre que "respete la autonomía financiera y la competencia del Parlamento andaluz en la aprobación anual de sus cuentas".
Aguayo quiere contraponer su plan de estabilidad y de reducción del déficit público -el objetivo que impuso el Estado a las comunidades fue el 1,3% del PIB para este año y el próximo- al de las regiones del PP, a las que acusa de "conducta ineficiente y derrochadora". La semana pasada, en el Parlamento, la consejera anunció otro recorte de 752 millones de euros al presupuesto de 2011, que incluyen el aplazamiento de 161 millones en inversión (y otros 154 que quedan pendientes de otro recorte). La contrapartida positiva es que, aparentemente, la Junta ha dejado intacto el presupuesto destinado a políticas sociales (educación, sanidad y dependencia). "Existe un problema puntual en las obligaciones de pago en el conjunto de las administraciones, pero no un problema estructural", dijo Moreno.
La deuda de Andalucía constituye el 10,6% del endeudamiento autonómico total, inferior al peso de la población, que supone el 17,8% de la nación. También representa un volumen inferior al peso andaluz sobre el PIB nacional (13,5% en 2010). El déficit andaluz es equivalente al 65% que se autoriza a Cataluña, cuya deuda representa más del 20% del total. "Tener en cuenta sólo el PIB de cada comunidad como ratio para el reparto de recursos es injusto", dice Aguayo. La Junta no ha incrementado su nivel de déficit y asegura no tener intención de aumentar la presión fiscal. Lo que ha hecho ha sido racionar en gastos corrientes.
Otro de los frentes que reabrirá Andalucía hoy son las "discrepancias" que le enfrentan al Gobierno central, algunas de ellas en proceso judicial: por la falta de financiación autonómica y por la negativa del ministerio a conceder anticipos a cuenta de los recursos adicionales y los fondos de convergencia en 2011.
