Cultura

La bailaora María del Mar Morena trae la esencia de Jerez de la Frontera

Tras el paréntesis de la Feria de abril sevillana, el ciclo Jueves Flamencos de Cajasol, se reanuda este jueves 17 de abri a las 21 horas con la presentación en la Sala Joaquín Turina del espectáculo Jerez puro esencia, de la bailaora jerezana María del Mar Moreno. (Foto: El Correo)

el 15 sep 2009 / 03:17 h.

Tras el paréntesis de la Feria de abril sevillana, el ciclo Jueves Flamencos de Cajasol, se reanuda esta noche a las 21 horas con la presentación en la Sala Joaquín Turina del espectáculo Jerez puro esencia, de la bailaora jerezana María del Mar Moreno, una licenciada en Filología que, sin pertenecer a ninguna de las clásicas familias flamencas de la ciudad gaditana, a la edad de 10 años descubrió que quería ser bailaora. Hoy tiene su propia compañía y es una de las artistas más apreciadas del género por su respeto a las raíces del baile más clásico.

Este espectáculo fue estrenado en el Festival de Jerez del 2006 con muy buenas críticas. Ella lo defendió con vehemencia, en un encuentro con los medios de comunicación sevillanos. "Es un espectáculo que busca la esencia contenida en el flamenco made in Jerez, una propuesta escénica contemporánea, pura, entendiendo como pureza no necesariamente lo antiguo, sino lo auténtico", dijo convencida también de que en las nuevas propuestas puede encontrarse lo puro.

El espectáculo arranca con la fiesta, o sea, con la bulería, "porque este palo es fundamental en Jerez y también en Sevilla", aclaró, confesando su admiración por la ciudad de la Giralda. "En esta tierra se ha bailado y se baila muy bien. Me encantan Matilde Coral y Angelita Vargas, por ejemplo".

"No voy a caer en eso de decir que el mejor público es el de Jerez, aunque sea jerezana, porque en mi tierra hay quien sabe y, como ocurre en todas partes, quien no tiene ni idea", dijo la bailaora con enorme valentía.

María del Mar Moreno promete emoción en estado puro, "desde la bulería inicial a la seguiriya de cierre", en un espectáculo que ha tenido que adaptar al restringido espacio escénico de la Sala Joaquín Turina, "lo que no le va a quitar ni un ápice de emoción".

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