La jugada le ha salido bien, de momento, a la Junta de Andalucía. Ni 24 horas ha tardado La Caixa en contestar a la durísima carta que el miércoles le envió el consejero de Cultura, Luciano Alonso, pidiéndole que reconsiderara su renuncia a instalar el Caixafórun en las Atarazanas, el mismo tiempo, por cierto, que tardó en reclamarle la fianza de 750.000 euros tras descartar este proyecto.
El responsable autonómico hizo ayer el anuncio durante el Pleno del Parlamento. "Hemos comunicado a La Caixa que queremos hablar y que no vamos a renunciar". Según dijo, "la respuesta ha sido que quieren negociar", por lo que se abre al menos una posibilidad de que "el Caixafórum se quede" en el antiguo astillero.
La entidad catalana ha pedido una reunión a Alonso para hablar sobre el futuro de las Atarazanas, si bien todavía no se ha puesto fecha, ya que sus responsables están en estos momentos fuera de España. Previamente, en una rueda de prensa, el consejero volvió a invitar a la antigua caja a "reconsiderar seriamente" su postura y señaló que espera que la reunión solicitada por esta entidad "sea lo más pronto posible". El consejero considera "positiva" la contestación a su carta, puesto que abre "un punto de reflexión y diálogo".
De quien todavía no hay respuesta es del alcalde de Sevilla, Juan Ignacio Zoido , al que también envió el miércoles una misiva. Alonso le reprochó ayer que el mismo miércoles declarara que "no tenía nada que ver con este asunto" ya que, a su juicio, no se entiende entonces que el pasado 13 de noviembre recibiera a los responsables de La Caixa y se hiciera con ellos la foto en la que todos ellos posan sonrientes. Una imagen que, por cierto, sacó ayer durante el Pleno del Parlamento a modo de recriminación al PP-A.
Por su parte, el Ayuntamiento siguió ayer con su discurso oficial, del que no se ha movido. Tanto Alonso como Zoido se han invitado mutuamente a reunirse, sin que ninguno acabe de tomar la iniciativa. No obstante, el lunes tienen un acto en el Alcázar, donde está previsto que coincidan, aunque no hay ninguna reunión prevista. El alcalde aún no ha contestado a la carta del consejero, pero su concejal de Urbanismo, Maximiliano Vílchez, contactó ayer con la agencia Europa Press para hacer declaraciones sobre el tema. No aclaró si el Consistorio está dispuesto a pedir a La Caixa que reconsidere su decisión de abandonar las Atarazanas ni desveló si Zoido va a reunirse con la Junta, dos cuestiones a las que parece no querer responder claramente. Sí cargó contra Cultura. El edil dijo que el Consistorio "trabajará" para que las Atarazanas acojan un proyecto cultural "adecuado" y culpó a la consejería del traslado del Caixafórum a la Torre Pelli.
Volvió a afirmar que el Ayuntamiento está "satisfecho" con que este centro cultural no se vaya de Sevilla, y culpó a la Junta, "única responsable de lo que está pasando", de no conseguir "que el proyecto saliera adelante".
Además, insistió en que Zoido está dispuesto a colaborar con la Junta por el "bien de Sevilla" y para poner en valor el edificio, aunque no precisó cómo.
Hoy sin embargo no lo tendrá tan fácil el Gobierno municipal ya que el PSOE lleva al Pleno una moción en la que insta a La Caixa a reconsiderar su decisión de no restaurar las Atarazanas e instalar en el monumento el Caixafórum. Con su voto pondrá aclarar al fin cuál es su postura. Al margen de la controversia política, el consejero también lanzó ayer un mensaje desde Radio Sevilla a la ciudadanía, invitando a los sevillanos a pedir a La Caixa que dé marcha atrás. Además, defendió una vez más el proyecto en las Atarazanas, por estar "situado a un tiro de piedra del Centro" y por su dimensión económica: 20 millones para la rehabilitación y cuatro millones anuales durante 75 años. "Hablamos de 300 millones", destacó.
