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La Champions está en Galicia

Dos partidos y un solo destino. Este es el horizonte más inmediato que le espera al Sevilla en los próximos cuatro días. El objetivo es el mismo en ambos casos, seguir disfrutando de la Liga de Campeones, aunque el primer paso hacia el futuro debe darlo el conjunto nervionense en Riazor.

el 15 sep 2009 / 00:54 h.

Dos partidos y un solo destino. Este es el horizonte más inmediato que le espera al Sevilla en los próximos cuatro días. El objetivo es el mismo en ambos casos, seguir disfrutando de la Liga de Campeones, aunque el primer paso hacia el futuro debe darlo el conjunto nervionense en Riazor.

Porque para vivir eliminatorias tan intensas como la que está disputando el Sevilla ante el Fenerbahçe, cuyo desenlace se conocerá el próximo martes, hay que ganar partidos como el de esta noche en Riazor. Cierto es que no es tan definitivo como el de los turcos, pero después de la meritoria remontada que se ha fabricado el equipo de Jiménez (trece puntos de los últimos quince) el choque ante el Deportivo puede significar la culminación.

De hecho, es posible, incluso probable, que con un triunfo a las orillas de Riazor el Sevilla prepare el gran partido del martes ubicado ya en un plaza de Liga de Campeones. Porque además del encuentro entre sevillistas y deportivistas, esta noche, a la misma hora, se disputa otro en el que también se juegan mucho los hispalenses. El Atlético, frontera en la cuarta plaza actualmente, recibe al Barcelona.

Un pinchazo colchonero en forma de derrota o empate, unido a un triunfo nervionense, daría un resultado que hace apenas un mes estaba casi descartado.

Rotar o no rotar. La relevancia de estos dos partidos en los próximos cuatro días ha llevado a Manolo Jiménez a la diatriba de las rotaciones. No es partidario, según ha confesado, el técnico de Arahal de rotar si no es estrictamente necesario. Pero igualmente con los partidos también va percibiendo el técnico la oportunidad de 'ganar' a más jugadores para la causa.

Futbolistas como Koné o Renato deben comenzar a disfrutar de minutos siempre que el rendimiento del equipo lo permita, claro está. Podría ser el de La Coruña el encuentro idóneo para la entrada del marfileño, aunque las explicaciones de Jiménez ayer desnivelan la balanza hacia la continuidad de Kanouté y Luis Fabiano. Sí pueden llegar los cambios por otras zonas del campo. Por ejemplo, el centro del campo y, sobre todo, la defensa. Para empezar, ni Dragutinovic ni Escudé viajaron ayer a Galicia.

El primero sigue teniendo molestias de pubis y al segundo, aunque también tiene algún percance físico menor, ha decidido el entrenador darle descanso con vistas al partido del martes. Así las cosas se ha llevado Jiménez a La Coruña a tres centrales, Mosquera, Fazio y Lolo. Este último puede ser la novedad en el centro de la defensa junto al colombiano.

También puede haber novedades en el costado izquierdo, Quizás Diego Capel vuelva a tener descanso y el dúo de la banda siniestra lo formen Crespo, que volvería tras dos meses de ausencia, y Adriano. También hay dudas sobre la pareja en la medular. Entre los cuatro futbolistas disponibles las combinaciones son varias, pero Poulsen, que regresa tras un partido de sanción, parece seguro. Incluso el danés podría jugar como central, en otra posible variante.

Enfrente estará un Deportivo que sigue en puestos de descenso, pero que está experimentando un pequeño repunte (10 puntos de los últimos 15) que le permite ver la salvación desde cerca. De hecho, no pierde en Riazor desde el pasado 6 de enero.

En sus últimos tres partidos como local ha ganado -la pasada jornada- al Espanyol (2-0), empatado con el Getafe (1-1) y batido al Valladolid (3-1). Lotina tiene las bajas de Guardado, Sergio y Xisco. Munúa y Dudú Aouate vuelven a coincidir, casi dos meses después, en una lista de convocados.

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