La coalición gobernante Alianza Unida Iraquí (AUI) señaló que deben ser enmendados algunos puntos del pacto de seguridad, que desde hace meses negocian las autoridades de Bagdad y Washington, para su aprobación.
El anuncio lo hizo el Consejo Supremo Islámico de Irak (CSII), el principal partido chií del país y miembro de la AUI, tras una reunión de esa coalición que fue presidida por el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki.
En un comunicado, la formación política subraya que hay puntos en el acuerdo que requieren de mayor tiempo para someterlos a estudio, y que con esa finalidad, se ha formado una comisión integrada por miembros de la AUI.
Asimismo, la nota destaca que Maliki "presentó una detallada exposición de las cláusulas del pacto en la reunión que, además, se centró en la necesidad de que ese tratado preserve la soberanía nacional y los intereses supremos del pueblo iraquí". En ese sentido, el escrito recalca que los iraquíes deben asumir su responsabilidad a la hora de defender su soberanía en los asuntos del país.
Por su parte, el jefe del bloque parlamentario de la AUI, Yalaledin al Sagir, afirmó en una rueda de prensa que la coalición no va ni a aprobar ni a rechazar por anticipado el acuerdo de seguridad. "Es prematuro manifestar el rechazo o la aprobación de ese pacto porque las negociaciones aún continúan y la atmósfera (de las conversaciones) es positiva", explicó. En ese contexto, agregó que pactos como ese no los rige el tiempo, sino los principios de la soberanía nacional iraquí.
Por último, Sagir reveló que Irak y EEUU discrepan en siete puntos, que si son enmendados, se alcanzará un consenso entre ambas partes que garantice la soberanía y seguridad nacionales. Sagir no especificó cuáles son esos siete puntos.
El pacto de seguridad tiene como objetivo definir el futuro a largo plazo de la presencia de las fuerzas estadounidenses en el país a partir de finales de este año, cuando expira el mandato de la ONU otorgado por la ONU a EEUU para permanecer en Irak.
Una de las cuestiones más delicadas gira en torno a los privilegios de los soldados y miembros de los servicios de seguridad privada de EEUU desplegados en Irak.
