Son unos de los profesionales más castigados por la crisis, pero no engordan las listas del paro porque la mayoría son autónomos. Los arquitectos han visto cómo su actividad se ha desplomado en apenas un año por el parón de la construcción. La mayor parte no puede recurrir a una prestación por desempleo porque trabaja por cuenta propia. Muchos se han visto obligados a cerrar sus estudios, pero otros buscan fórmulas alternativas para seguir trabajando. Con la crisis azotando a España -ha sido uno de los países con mayor boom inmobiliario y ahora sufre las consecuencias-, la opción que más se está imponiendo es marcharse fuera para ser arquitectos en el extranjero.
La posibilidad de emprender proyectos en el exterior atrae a numerosos profesionales, pero lo primero que necesitan es aprender las peculiaridades de los nuevos mercados. El Instituto de Práctica Empresarial (IPE) ha dedicado este año su máster en Dirección de Proyectos Inmobiliarios a formar a arquitectos andaluces que quieren embarcarse en una iniciativa así. Les enseñan cómo competir en el extranjero, sobre todo en países donde el ladrillo está despegando -Marruecos, Arabia Saudí, Brasil o China-, y les explican los trámites legales y urbanísticos que les exigirán fuera. "Cada sitio es un mundo y nosotros les aconsejamos que se asocien o colaboren con algún profesional del país", señala el director de la cátedra inmobiliaria del IPE, José Antonio Pérez.
El instituto promueve comisiones de investigación internacionales formadas por antiguos alumnos que organizan viajes para explorar las posibilidades en el exterior. Ahí cuentan con la colaboración de la red de la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda). "Están dando muchos resultados", asegura Pérez. Dice que en cualquier país "siempre ha habido españoles" que se dedican a la construcción, pero desde que comenzó la crisis "se establece mucha más gente fuera". El perfil de los que prueban suerte en el exterior es de arquitectos de entre 40 y 50 años, "con experiencia y carácter emprendedor", apunta José Antonio Pérez.
Caída de ingresos. A todos ellos les empuja a marcharse el brusco frenazo en el sector. Desde el Consejo Andaluz de Colegios Oficiales de Arquitectos aseguran que es "prácticamente imposible" cifrar el número de profesionales que se han quedado en paro en el último año. En Andalucía, a 31 de diciembre de 2008, había 7.499 arquitectos colegiados. "La mayoría no son asalariados y no aparecen en ningún registro. No se puede calibrar porque los estudios que cierran no se comunican en ningún sitio", sostiene Luis Cano, presidente del consejo. La organización sí ha hecho un cálculo de la caída de los ingresos de los arquitectos desde que estalló la crisis. "La facturación ha bajado un 70% respecto a hace dos años y en algunas provincias ha descendido más", explica Cano.Reconoce que hay "mucha iniciativa para exportar arquitectos españoles" y que está habiendo "trasvase" de trabajo. Esa inquietud se canaliza desde el colegio andaluz hacia Iberoamérica y desde el catalán hacia Francia. Luis Cano insiste en que Marruecos es el país que está empujando más fuerte ahora, aunque también se resiente por la crisis. La clave está, a su juicio, en "establecer vínculos con profesionales autóctonos".Al final, para atreverse a trabajar en el extranjero lo que más funciona es el boca a boca y comprobar que a otro le ha ido bien. De ahí que se hayan creado foros en internet, como el de Solo Arquitectura, para compartir experiencias y dar consejos a los compañeros. También hay ofertas laborales en los portales especializados que cuelgan mensajes de se busca arquitecto en zonas como Canadá, Italia o Iberoamérica.
