El gobierno de Estepona, afectado por una trama corrupta similar a Marbella, el caso Astapa, está en el aire. El Ayuntamiento quedó en manos de una alianza de varias siglas (seis ediles socialistas, uno de IU y otra de Estepona 2007, junto a otro concejal andalucista también imputado en la causa por corrupción). Gobiernan desde hace cinco meses en minoría y el PP ha rechazado cualquier alianza. Otros ocho imputados por el caso Astapa están en la oposición.
Pese a la delicada situación, el vicepresidente primero y consejero de la Presidencia, Gaspar Zarrías, descartó ayer que la Junta vaya a solicitar la disolución del ayuntamiento esteponero que deje el mando en manos de una gestora. Es lo que pidió en el caso Malaya de la vecina localidad marbellí. El PP exige elecciones.
"La situación es muy distinta a la de Marbella", justificó Zarrías, quien aseguró que hay sobre la mesa una "oferta generosa" del PSOE para "gobernar en esta situación dificultosa" y que "beneficia a la ciudadanía".
Una oferta que rechazó ayer el secretario general del PP andaluz, Antonio Sanz, que señaló que su partido no aceptará un pacto para formar un equipo de gobierno con el objetivo de "tapar las vergüenzas" al PSOE y reiteró la necesidad de disolver la corporación y crear convocar elecciones.
El Juzgado de lo Penal número 4 de Málaga suspendió ayer el juicio previsto contra el portavoz del PP en el municipio malagueño de Estepona, Ignacio Mena, acusado por el fiscal de coacciones, ya que el procedimiento no había sido trasladado al órgano encargado del enjuiciamiento y por la falta de dos testigos, según explicaron desde la defensa. La causa se inició por coacciones y por un delito de obstrucción a la justicia, tras la denuncia de un empresario local.
