Economía

Campo e industria llevan al PIB andaluz a enlazar tres trimestres de crecimiento?

Andalucía crece entre enero y marzo un 0,7 por ciento frente al 0,4 de España y el 0,2 de la Eurozona. Tercer trimestre consecutivo y primera alza interanual desde la crisis.

el 12 jun 2014 / 21:23 h.

Prueba del lanzamiento de bengalas del A400M, avión de transporte militar que se ensambla en Sevilla. Prueba del lanzamiento de bengalas del A400M, avión de transporte militar que se ensambla en Sevilla. La economía andaluza ha empalmado su tercer trimestre consecutivo de crecimiento y ha arrojado, además, el primero con subida interanual –comparada con el mismo periodo de 2013–. Tres claves: una, el aumento del consumo; dos, la bonanza de cosechas en el campo; y tres, y ojo a esto, la recuperación de la actividad industrial en la comunidad. En concreto, el Producto Interior Bruto (PIB o valor de toda la producción regional de bienes y servicios) se incrementó un 0,7 por ciento entre los meses de enero y marzo con respecto a los tres meses precedentes. Es un acelerón si tenemos en cuenta que el crecimiento intertrimestral (entre un trimestre y el anterior) fue de apenas una décima en el periodo octubre-diciembre y también para el comprendido entre julio y septiembre, como revelan las series del Instituto de Estadística y Cartografía de Andalucía publicadas ayer. Pero el cotejo que cuenta es aquél que pone en relación un trimestre de un año con el mismo del ejercicio anterior, pues así se comparan tiempos iguales. Y aquí aflora un crecimiento también del 0,7 por ciento entre enero y marzo, frente a la bajada del 0,2 por ciento interanual para el último tramo de 2013 y del 1 por ciento en el tercer trimestre. Y a partir de ahora, es precisamente la tasa interanual la utilizada para determinar cómo evolucionaron los distintos componentes de esta estadística macroeconómica entre enero y marzo. tablaY tiró, sobre todo, el consumo, importante cuestión porque partíamos de caídas desde que arrancara la crisis. En conjunto, la demanda subió el 1,2 por ciento, siendo del 1,5 para los hogares y un tímido 0,5 en las administraciones públicas –también destacable si recordamos el largo periodo de austeridad presupuestaria–. Y no hay que olvidar tampoco que del comportamiento del gasto depende absolutamente todo. Al entrar en los diversos sectores, el agropecuario arrojó un crecimiento del 9,7 por ciento, y vino a agregarse a las fuertes alzas interanuales de los trimestres precedentes (8,5 para el último de 2013, 11,6 para el tercero o 6 para el segundo). De hecho, el VAB (Valor Añadido Bruto) no agrario (sumando industria y servicios), que excluye el intrínseco carácter estacional del campo (los vaivenes de cosechas) se estancó. La industria –y esto es importante por la estabilidad que confiere a la economía y al empleo– se apuntó el 1,9 por ciento al alza después de una ristra de trimestres en negativo. Por el contrario, la construcción –antes de disfrutar del plan de rescate concebido por la Administración autonómica– registró un 5,7 por ciento de descenso, el peor de los últimos tres trimestres: sin grandes obras públicas ni viviendas, el ladrillo todavía tardará en remontar. Los servicios, por su parte, experimentaron un crecimiento de cuatro décimas. Y dentro de ellos, las actividades profesionales se anotaron una subida del 1,5 por ciento –quizás por efecto directo del mayor censo de autónomos– y cuatro décimas lo hizo el grupo conformado por el comercio, el transporte y la hostelería. En el lado contrario, 2,5 por ciento en negativo para las actividades financieras y de seguros. Coletazos de la larga reestructuración bancaria. La que sigue sin levantar cabeza es la llamada formación bruta de capital fijo, el equivalente a la inversión, en especial la empresarial. En el primer trimestre del ejercicio en curso se contrajo el 1,2 por ciento. Número en rojo, sí, pero muy lejano del 3,2, el 3,6 o el 5,1 de recortes de los trimestres que le anteceden. Este indicador es muy relevante en el PIB por cuanto si falla la inversión, las compañías no mejoran, y si no mejoran no contratan a trabajadores. En cuanto a las exportaciones, aumentaron un 1,5 por ciento, si bien es cierto que aminoraron el ritmo, siendo el mismo porcentaje el contabilizado por las importaciones, y es aquí donde se muestra el tirón apreciado en el consumo. Con estos mimbres, ¿cuál es la estructura sectorial del PIBandaluz en el primer trimestre? De sus 35.626,57 millones de euros a precios de mercado, los servicios aportaron 23.879,60 millones, o el 67,02 por ciento; la industria, 3.679,95 millones, un 10,32 por ciento; la construcción, 2.514,62 millones, el 7,05 por ciento; y la actividad agropecuaria, 1.812,78 millones, el 5,08 por ciento. ¿Y qué pasó con el empleo? Pues el número de puestos de trabajo totales –así mide el empleo el PIB– se situó en 2.720.552, con crecimiento del 2,5 por ciento, la primera alza interanual desde la crisis, aunque contadas fueron las actividades donde se incrementó, encabezadas por la agricultura (42,3 por ciento). Eso sí, a costa de menores sueldos: las remuneraciones bajaron una décima. 0,7 por ciento Andalucía; 0,4, el Estado y 0,2, la Eurozona. «Andalucía tira del carro de la recuperación económica en España y sus efectos empiezan a advertirse en el mercado laboral», dijo Susana Díaz, presidenta de la Junta. No se olvidó del «verdadero drama»: el paro.

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