La consejera de Igualdad y Bienestar Social, Micaela Navarro, ha destacado hoy en la presentación de la campaña prevención sobre los riesgos del alcohol, que la edad de iniciación de los andaluces en el consumo de esta sustancia "se ha retrasado desde los 16,6 hasta los 16,9 en 2007".
La Consejería va a desarrollar una campaña de prevención con motivo del 'Día Contra el Abuso de Alcohol', que se celebra el 15 de noviembre, para "informar a las familias sobre los riesgos que pueden causar el consumo de bebidas alcohólicas, ya que son las primeras que pueden actuar y tomar medidas en este tipo de situaciones", ha comentado Navarro en rueda de prensa.
Para ello, insertarán cuñas radiofónicas con el lema "¿No son suficientes razones para dejar de beber?", difundirán 3.500 carteles, 25.000 trípticos y 17.000 panfletos con el objetivo de explicar "las graves consecuencias que puede acarrear el consumo excesivo de alcohol", y colocarán puestos informativos en la Universidad de Sevilla en colaboración con la Federación Andaluza de Alcohólicos Anónimos y Al'Andalus, según la consejera.
Según el estudio 'Los andaluces ante las drogas' realizado por la Consejería, el alcohol es la sustancia más consumida en Andalucía junto al tabaco, y señala que el 82,7 por ciento de la población entre 12 y 64 años lo ha bebido alguna vez, mientras que el 62,3 en el último mes.
Por otro lado, los bebedores de riesgo, los que toman diariamente el equivalente a cuatro cervezas o dos combinados, suponen el 5,1 por ciento de este intervalo de población, un 0,8 menos respecto a 2005, mientras que en los jóvenes de entre 16 a 20 años sólo son el 0,5 por ciento.
De enero a octubre de 2008, un total de 5.238 personas han recibido tratamientos en alguno de los 122 centros andaluces entre admisiones y readmisiones, el 30 por ciento respecto a la cifra total han sido por consumo de alcohol, un 4 por ciento menos que en el mismo periodo de 2007.
El perfil de estos "enfermos", según Micaela Navarro, responde a personas con una media de edad de 42,7 años, de los que el 83 por ciento son hombres, la mitad sólo tiene estudios primarios o inferiores y sólo el 6,43 por ciento tiene formación universitaria.
