El pasado viernes, el Consistorio de Alcalá de Guadaíra anunció medidas restrictivas contra los bazares -comercios con horarios flexibles que ofrecen todo tipo de artículos-. En Sevilla, Aprocom instó al Gobierno local a impulsar controles e iniciativas encaminadas a reducir la actividad de estos establecimientos.
"Corresponde a la Junta de Andalucía y a los ayuntamientos, en el ejercicio de sus funciones de vigilancia, la inspección de productos, actividades y establecimientos comerciales, así como solicitar cuanta información resulte precisa". Así regula la Ley de Comercio Interior de Andalucía las competencias en materia de inspección de los establecimientos comerciales. La patronal del sector, Aprocom, se reunió ayer con el Ayuntamiento para exigir que se aplique esta normativa y que se adopten las medidas necesarias para frenar la expansión de un modelo comercial que está suponiendo una competencia a los establecimientos tradicionales que éstos consideran ilegal y desleal. Recientemente, Comercio Jaén alzó la voz también contra esta situación.
El nuevo modelo de establecimiento está presente en la mayor parte de los barrios de la ciudad -ha aumentado en algunos de ellos como Sevilla Este, Triana, Cerro del Águila y Pino Montano-. Responde a unos patrones comunes que están provocando un desequilibrio en el sector: tienen horarios de apertura muy flexibles, no cuentan con un calendario de festivos, venden todo tipo de artículos, en muchos casos tienen condiciones laborales inferiores a las exigidas e incluso, según denuncia Aprocom, carecen de licencias comerciales o emplean el espacio comercial como vivienda. Los representantes de Aprocom aluden también a la contratación de inmigrantes en situación irregular -estos establecimientos están habitualmente regentados por extranjeros-.
La Ley de Comercio Interior recoge el concepto de establecimientos de "conveniencia", como aquellos que tiene libertad horaria. Y especifica que éstos deben abrir 18 horas al día, tener menos de 500 metros cuadrados y "distribuir su oferta en forma similar" entre "libros, periódicos, revistas, artículos de alimentación, discos, vídeos y juegos". Muchos de estos bazares se salen de esta limitación. Otras comunidades han revisado sus normas para reeducir los bazares.
La mayor parte de las competencias dependen de la Junta, aunque el Ayuntamiento ha tomado nota de la demanda del sector comercial. Aprocom se reunió ayer con el delegado de Empleo, Jon Ander Sánchez (IU). Éste dejó las puertas a negociar, aunque siempre con límites: el Consistorio actuará dentro de sus competencias y tratará de impulsar una campaña de revisión de la situación legal de "todos los establecimientos" -no sólo los bazares-. Además, apostará por medidas que incentiven el comercio tradicional. De momento, no se plantea una restricción de la apertura de bazares como proyecta Alcalá de Guadaíra.
