La Federación Andaluza, condenada por un caballo que se electrocutó en su box

Deberá pagar 16.500 euros por la muerte de un caballo durante un campeonato de saltos de obstáculos de junio de 2009 en Jerez.

el 05 abr 2014 / 12:47 h.

La Federación Hípica Andaluza ha sido condenada a pagar 16.500 euros por la muerte de un caballo electrocutado en su box durante un campeonato de saltos de obstáculos celebrado en junio de 2009 en Jerez de la Frontera (Cádiz). Una sentencia de la Audiencia de Sevilla, a la que ha tenido acceso Efe, decreta la responsabilidad civil de la Federación como máxima responsable del control del evento, con independencia de que su "concreta organización" se concediese cada año a un club o sociedad hípica. Durante el evento, un caballo falleció electrocutado en su box, por lo que la sentencia considera que la Federación Hípica "debe responder de los daños y perjuicios que causen a los participantes la falta de condiciones adecuada de las instalaciones". En este caso, el caballo murió "como consecuencia de deficiencias en la instalación eléctrica de los boxes" en el curso de la celebración del campeonato de Andalucía de salto de obstáculos, por lo que su dueño será indemnizado en su valor de 16.500 euros más los intereses legales. Recoge la sentencia que la Federación otorgó la organización a otra empresa, pero "no se desvinculó totalmente del evento" y debía enviar un delegado técnico con la finalidad de "supervisar la infraestructura e instalaciones para comprobar y, en su caso, exigir el cumplimiento de unas condiciones mínimas necesarias que garanticen el normal desarrollo del campeonato". Añade que ese delegado técnico asumía las funciones de delegado federativo y, como tal, tenía "el deber de verificar el buen acondicionamiento del alojamiento de los caballos". De la normativa aplicable se deduce "con meridiana claridad que la Federación Hípica Andaluza, al dar el concurso a un Comité Organizador, en absoluto se desvincula del mismo sino que se reserva facultades de control, inspección y supervisión que alcanzan a todos los aspectos del concurso". Con ello asumía, por tanto, la condición de garante frente a los participantes en diferentes cuestiones, entre ellas "lógicamente las relativas a la seguridad de las instalaciones", dice la Audiencia.

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