Cultura

'La fórmula del Festival de San Sebastián sigue siendo válida'

El director del Festival de Cine de San Sebastián, Mikel Olaciregui, considera que el certamen donostiarra no necesita reinventarse, que su fórmula "hoy por hoy es válida", aunque los hábitos del consumo de cine estén cambiando. Foto: EFE.

el 15 sep 2009 / 11:44 h.

El director del Festival de Cine de San Sebastián, Mikel Olaciregui, considera que el certamen donostiarra no necesita reinventarse, que su fórmula "hoy por hoy es válida", aunque los hábitos del consumo de cine estén cambiando.

Olaciregui ha hablado en una entrevista con Efe de la 56 edición del Zinemaldia, que se inaugurará el día 18, apenas dos semanas después de la clausura de una de las mostras de Venecia más cuestionadas por la crítica. Cree que siempre se aprende de experiencias como la del festival italiano, pero es prudente y señala que le cuesta creer que "se pueda pasar de cien a cero en un solo año", especialmente cuando es el mismo equipo de dirección, que lidera Marco Muller, el que ha estado tras ésta y las anteriores ediciones.

El responsable del Zinemaldia opina que a veces son "un par de elementos" los que inclinan la balanza, como ocurrió el pasado año en San Sebastián, en que la presencia de Richard Gere y Liv Ullmann, galardonados con el Premio Donostia, "dio valor a todo lo demás", cuando la calidad de la Sección Oficial era similar a la de otras convocatorias, afirma. Explica que el certamen "se va adaptando cada año", aunque sea de forma "imperceptible", a una realidad y a una manera de ver cine que está cambiando, pero recalca que en cualquier caso la fórmula actual sigue siendo válida porque, aun cuando las salas van perdiendo paulatinamente espectadores, la programación del Festival continúa "abarrotando" los cines.

"El Zinemaldia se ha consolidado en estos últimos quince años como un filtro fiable para el público y los medios de comunicación. Mucha gente confía en el criterio del Festival, también la industria. Hay una especie de apuesta a ciegas que, de alguna forma, acepta la propuesta cinematográfica que estamos haciendo", subraya.

Le da "ánimos" que varias revistas destacadas de la industria cinematográfica han alabado ya la selección de las películas que competirán por la Concha de Oro, que firman, entre otros, Kim Ki-duk, Michael Winterbottom, Daniel Burman, Hirokazu Kore-Eda y Samira Makhmalbaf, además de los españoles Jaime Rosales, Javier Fesser y Belén Macías. En una edición en la que el cine europeo tiene un peso importante, la representación de la cinematografía latinoamericana se reduce a El nido vacío, del argentino Daniel Burman.

Olaciregui advierte de que el certamen de San Sebastián no se rige por un "sistema de cuotas", pero tampoco quiere decir con ello que las producciones latinoamericanas del año no merezcan la pena, sino que su inclusión o no "depende de la cosecha global". Asegura que una segunda película iraní "estuvo en un tris de entrar en competición", y se habría sumado a la de Samira Makhmalbaf, que presenta un filme completamente diferente al Buda explotó por vergüenza con el que se hermana Hana ganó el pasado año el Premio Especial del Jurado.

Que haya directores que repitan, como el caso de Winterbotton en esta edición, lo considera positivo y lo atribuye a la capacidad del Festival para "cautivarlos", como parece que ha ocurrido con el deseado Woody Allen, que tardó varias décadas en pisar el Zinemaldia, pero que cuatro años después de estrenar Melinda y Melinda en San Sebastián vuelve para presentar Vicky Cristina Barcelona. Algo más largo es el proceso para atraer a los distinguidos con el Premio Donostia, como ha sido el caso de la actriz Meryl Streep.

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