Cultura

La galería Birimbao reivindica la obra de Manuel Ángeles Ortiz

La galería Birimbao inaugura hoy a las 20.00 horas una exposición del pintor y escultor granadino Manuel Ángeles Ortiz (1894-1984), miembro de la Generación del 27 y uno de los máximos representantes de la primera generación de la vanguardia andaluza.

el 14 sep 2009 / 19:41 h.

La que propone Birimbao es la primera exposición monográfica del artista que se celebra en una galería sevillana, y en ella se exhiben un conjunto de obras que Manuel Ángeles Ortiz comienza a realizar a partir del año 1944 y cuya temática central es la representación de los paisajes contemplados por el artista en sus estancias en el parque nacional argentino de Nahuel Huapí, en la Patagonia.

De esta serie cabe destacar un grupo de guaches realizados entre finales de los 50 y principio de los 60 que se centran en la representación del cielo, de sus estrellas, constelaciones, etc... Todas estas piezas destacan no sólo por rebasar la temática habitual en las pinturas de paisaje sino por la belleza, y la sutileza con que fueron creadas por Manuel Ángeles, que en algunos casos opta por las ceras, mientras en otros, pinta con suaves aguadas de tinta creando composiciones que llegan a recordar la caligrafía oriental.

biografía. Este creador, de origen jiennense, se trasladó a la ciudad de la Alhambra cuando aún era un niño y fue allí donde comenzó a apreciar la pintura y donde decidió, de la mano de amigos tan célebres como Federico García Lorca o Manuel de Falla, que el resto de su vida estaría unido al desarrollo de su labor como artista dedicado a la pintura y el dibujo.

Tras una larga estancia en Madrid se instaló permanentemente en Paris en 1922, donde entabló una honda amistad con Picasso. Convertido en uno de los componentes de la Escuela de París, su pintura profundiza en el cubismo, el postcubismo y el surrealismo. Junto a Picasso o Miró, Manuel Ángeles Ortiz es posiblemente uno de los artistas españoles que residían en París más conocidos por los que trabajaban dentro del país.

Manuel Ángeles Ortiz abierto a otras influencias combinó también elementos y atmósferas neodadaistas surrealizantes, en donde late la presencia de Francis Picabia, de Miró y de Picasso. Fue colaborador gráfico de La Gaceta Literaria y de Gallo.

En 1948 regresa a París, donde entra de nuevo en contacto con Picasso, con quien comienza a practicar la cerámica. Durante las décadas de los cincuenta y sesenta sus obras adquieren un alto grado de lirismo, destacando las series de collages tipo recortable. Volvió a España en 1932 de donde vuelve a marchar en 1939 rumbo a Argentina.

En 1948 regresa a Paris y allí vivió hasta su muerte en 1984. Desde 1958 realizó visitas a España y se reencontró con la Granada de su infancia. Desde 1958 se le permitió visitar España y se reencuentra con la Granada de su infancia, lo que marcó poderosamente su pintura. En 1981, el Ayuntamiento de Jaén le concedió la Medalla de Oro de la Ciudad y lo hizo Hijo Predilecto y ese mismo año recibió el Premio Nacional de Artes Plásticas.

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