IU ha encontrado una fórmula con ciertos riesgos para cumplir su compromiso de que Mercasevilla asuma la gestión de las plazas de abastos: cuatro mercados saldrán a concurso público en 2008. La sociedad pública aspirará a obtener la adjudicación, pero también se presentarán compañías privadas.
Será una prueba. Si funciona, se aplicará con el resto de los mercados de abastos de la ciudad. Si no, se dará marcha atrás. El proyecto entraña sus riesgos. El más importante, que la apuesta por mejorar la gestión pública de las plazas puede derivar en que éstos queden en manos de empresas privadas o cooperativas de placeros. El Ayuntamiento tratará de poner límites en los pliegos de condiciones: se premiará la calidad y la eficiencia, por encima de los criterios económicos, y se realizarán las concesiones por un plazo de tiempo, de forma que se puedan revocar. Los servicios jurídicos aún no han definido si tendrán que realizarse concursos por separado para cada mercado de abastos o se hará en paquetes de cuatro o cinco instalaciones.
"El proceso está supeditado a la legalidad y a la libre concurrencia. Mercasevilla tendrá que competir con otras ofertas y poner en valor sus ventajas", explicó el primer teniente de alcalde y vicepresidente de la sociedad pública, Antonio Rodrigo Torrijos.
El portavoz de IU destacó que se había optado por hacerlo por fases, pese a que la intención inicial era coordinar desde Mercasevilla la veintena de plazas de abastos de la ciudad: "No debíamos hacerlo de golpe, porque aún creyendo que será lo mejor para la ciudad, hay que ser prudentes y no poner en riesgo el sector". Este proyecto se incluirá en la ordenanza de mercados, que fue paralizada en el anterior mandato por los desacuerdos entre los dos socios de Gobierno.
Pese a esto, Torrijos tiene la convicción de que es el momento de dar este paso -que encontró algunas reticencias en el PSOE en el anterior mandato-. Son varios los motivos que esgrime el primer teniente de alcalde. El primero, "el apoyo unánime de agentes sociales, de asociaciones de consumidores y de empresarios". El segundo, los pasos que se están dando desde Mercasevilla para crear una nueva identidad corporativa y que se verán reflejados en la puesta en funcionamiento de un sistema de certificado de garantía que se pondrá a todos los productos que salgan de estas instalaciones.
El tercer motivo, y el más importante, es la situación económica que atraviesa la sociedad pública -con participación estatal y municipal-. El Consejo de Administración aprobó ayer las cuentas de 2007. Se han facturado 530 millones de euros y se han comercializado 394 millones de kilogramos de productos.
Se han saldado ya las deudas y por primera vez hay beneficios: son 300.000 euros. Una parte se repartirá entre los accionistas, y el resto se reservará. Al Ayuntamiento le corresponden alrededor de 50.000 euros, que serán reinvertidos en la sociedad. "Hemos tomado la decisión de destinar ese dinero tanto a la empresa como a la función social que desempeña, con proyectos como la guardería, la escuela de hostelería y la Fundación", apuntó Rodrigo Torrijos.
La dirección de Mercasevilla atribuye estos resultados al incremento de los ingresos y a una contención de los gastos -sin que esto haya supuesto una reducción de la plantilla, que sigue en 190 empleados-. Entre otros factores, ha influido que las instalaciones están al completo y que la morosidad en el pago de los puestos es mínima. Además, según Torrijos, se siguen recibiendo solicitudes de empresarios que quieren participar para situarse en una mejor posición cara al futuro traslado de las instalaciones, que se ubicarán en el Nudo Logístico Norte, entre Pino Montano y Majarabique.
