Con una tasa de paro desbocada (un 55,8% de los jóvenes andaluces en edad de trabajar están mano sobre mano) y unas negras perspectivas de encontrar empleo por cuenta ajena, la alternativa que mejor futuro pinta para los universitarios que están en la recta final de sus estudios es la que lleva a montar su propia empresa. Con este fin, sumado a la necesidad de romper lugares comunes, como el que dice que Sevilla es lo mejor y que, entonces, para qué moverse de aquí, el Consejo Social de la Universidad de Sevilla impulsará en estos tres próximos meses una serie de iniciativas con las que mejorar la empleabilidad de los estudiantes inoculándoles el virus que caracteriza a un emprendedor. Entre todas las spin off de la Universidad de Sevilla se han creado más de 250 puestos de trabajo de alta cualificación y se ha generado una cifra de negocio superior a los 30 millones de euros, según los datos aportados por el Consejo Social.
Las últimas cifras sobre tasa de ocupación de los egresados hechas públicas por la Universidad de Sevilla son del curso 2007/2008, a las puertas pues del estallido de la crisis económica. Entonces, la tasa de paro entre los recién licenciados en la Hispalense se situaba en el 22,61%. Cinco cursos después y con un mercado laboral precarizado y con contadísimas expectativas, la tasa, muy probablemente, haya subido. Aplicando la lógica, porque el Consejo Social que depende para ello del Rectorado, ya que su presupuesto es muy reducido no dispone de una radiografía actual y pormenorizada de la situación de los egresados. Así que, con mucha imaginación y buscando la complicidad y el apoyo de las empresas (multinacionales pero, sobre todo, pymes), la presidenta del Consejo, Isabel Aguilera, anima a los estudiantes de todos los cursos y a los egresados que hayan concluido su formación dentro de los tres últimos cursos a que presenten sus ideas, proyectos o empresas ya constituidas a los premios Emplea tu talento: emprende. El plazo de presentación de solicitudes se abrió el pasado 9 de octubre y se cierra el próximo 23 de este mes en el caso de que lo que se presente es una idea o el 31 de enero en el caso de proyectos y empresas.
Uno de los atractivos de los premios es que no sólo tienen una cuantía económica (simbólica, porque ni los tiempos ni los presupuestos están para muchos dispendios), sino que van asociados a talleres de formación sobre modelos de negocio en el caso de los proyectos o tutorías especializadas en el que ejecutivos y directivos ya jubilados asesoran a jóvenes empresas con el fin de ayudarles a alcanzar el éxito en sus proyectos.
Con la colaboración de la Confederación de Empresarios de Sevilla (CES), el Consejo Social hará una tournée por varios centros, empezando por la Facultad de Económicas, con el ciclo de conferencias Conoce. En dicho ciclo, tres generaciones de empresarios revelarán a los estudiantes cuáles fueron los pasos que ellos dieron, cómo se animaron a dar el paso y dónde buscaron ayuda, entre otros consejos de utilidad. Entre los posibles ponentes destacan Antonio Lappí, del Grupo Lappí Industrias Gráficas, Antonio Manuel Jurado y Antonio Martín, socio fundador y CEO de Con acento.
El programa de actividades encaminado a fomentar el emprendimiento entre los universitarios prevé también la puesta en marcha de una página web a modo de Españoles por el mundo pero para egresados por el mundo que funcione como una red social, explica Isabel Aguilera. Servirá como punto de encuentro entre estudiantes, dispondrá de recursos para emprender (buscadores de empleo, noticias, experiencias emprendedoras de egresados) y autoevaluación de competencias (a través de una serie de cuestionarios los que se registren podrán evaluar sus competencias profesionales. Este tipo de servicios está muy extendido en los portales de empleo más conocidos del mercado). Por último, se convocarán foros de debate con temas de interés para los estudiantes. En este punto, el Consejo Social se la juega. Su presidenta es consciente, por eso hace un llamamiento a la participación. Miedo inoculado // Aguilera defiende que cualquier iniciativa de emprendimiento es de calidad aunque nazca más de una necesidad que de una vocación. Nos hace falta un empujón para salir de nuestra zona de confort, afirma. ¿Cuál es el principal obstáculo para emprender? Según la presidenta del Consejo no está ni en los trámites ni en los costes, sino en el miedo: Nos han inoculado la animadversión al riesgo. Tenemos miedo, y el miedo es fruto de la falta de confianza en uno mismo. Hemos sobreprotegido a nuestros jóvenes.
