La historia de las 17 rosas de Guillena, después de muchas incomprensiones, por fin ha visto la luz gracias al libro Memoria de Guillena. Tierra de rosas silenciadas, en el que sus autoras, Carmen Fernández Albéniz y Lucía Sosa Campos, cuentan cómo se vivió la Segunda República, la Guerra Civil y la represión en este municipio de la Vega del Guadalquivir.
Sosa Campos, sobrina nieta de Granada Hidalgo, una de las 17 fusiladas, explicó ayer a este periódico que el libro ha llevado tres años de investigación en numerosos archivos, en los que no había recogida ni una sola línea de estas víctimas de la Guerra Civil. Para poder escribir la historia de estas mujeres tuvieron que recopilar los testimonios de familiares y vecinos que las conocían.
"En un principio fue difícil, porque no nos hacían caso, había personas que nos decían que a los muertos había que dejarlos tranquilos, pero al final nos han dado la razón y sí hemos tenido mucho apoyo", reconoció.
Sosa Campos indicó que estas mujeres fueron detenidas entre agosto y septiembre de 1937, "coincidiendo con las fiestas patronales de Guillena y fueron fusiladas en noviembre", recordó. En total se realizaron 19 arrestos, "pero salió un decreto municipal por el que las mujeres que amamantaba a sus hijos debían ser puestas en libertad, pero, eso sí, la dos mujeres que lograron la libertad lo hicieron después de haber sido torturadas", censuró.
Lucía Sosa Campos recordó que el delito de estas mujeres era el de ser esposas o familiares de sindicalistas, presos o huidos, "pero ellas no tenían ninguna vinculación política". De hecho, según explicó, su familiar, que era la mayor de todas, fue detenida porque sabía leer, "eso la condenó, porque pensaban que podía ser un peligro".
El libro Memoria de Guillena. Tierra de rosas silenciada está editado por Aconcagua Libros y fue presentado ayer en la Casa de la Provincia.
