La huelga que realizaron ayer los trabajadores de Tussam -sólo funcionó el 50% de las líneas que conducen al centro y el 30% para el resto- no se dejó notar en la ciudad, salvo en las paradas del Metro, que trabajó todo el día a destajo llevando y trayendo viajeros, la gran mayoría con destino al centro para ver las cofradías del Domingo de Ramos.
El concejal de Movilidad del Ayuntamiento, Francisco Fernández, destacó que "los servicios mínimos puestos en marcha por Tussam han funcionado con normalidad" e incluso indicó que "a las ocho de la tarde la curva de tráfico era exactamente igual a la de hace un año, lo que significa -tradujo- que la huelga no es que tuviera poca incidencia a esa hora sino que no tenía ninguna", según sentenció el edil.
La normalidad fue también reseñada tanto por los representantes sindicales de la empresa municipal de transportes como por el vicepresidente de la compañía, Guillermo Gutiérrez. Éste manifestó que "la jornada ha transcurrido con tranquilidad, sin incidencias destacables salvo que a veces los pasajeros han tenido que esperar, como es lógico en este tipo de situaciones, un poco más de lo habitual".
Francisco Cárdenas, de CGT, celebró que "el seguimiento ha sido del 100%" y se felicitó "por que no ha habido incidencias así como por la actitud y apoyo que nos han mostrado los vecinos y los pasajeros".
Cárdenas confió en que, tras esta jornada, "la empresa se replantee su postura porque los trabajadores no la van a cambiar, es imposible". Los sindicatos de Tussam, además, presentarán hoy ante la Delegación de Empleo, la convocatoria de huelga a partir del próximo lunes de Feria.
La ausencia de incidencias en los autobuses urbanos contrastó con la situación del Metro, donde se vivió una gamberrada al activar una persona un freno de emergencia en un vagón sin ningún motivo. Esto retraso el viaje de esta línea unos cinco minutos.
