Economía

La Iglesia tensa la cuerda y pone en peligro la fusión con Unicaja

El presidente de Cajasur, Santiago Gómez Sierra, convence al consejo para decir no al plan de reajuste laboral

el 25 nov 2009 / 23:39 h.

Fotomontaje

La relación entre Cajasur y Unicaja pasa por sus momentos más delicados después de que el consejo de administración de la cordobesa rechazara ayer, por mayoría -con los votos a favor del Cabildo, los impositores e IU y los contrarios de PSOE y PP-, el plan de negocio presentado por la consultora externa Boston Consulting, en el que se dibuja el presente y futuro de cada una de las cajas, así como el de la futura entidad fusionada.

Ni siquiera la llamada al orden efectuada hace menos de una semana por el Banco de España ha surtido el efecto deseado: encauzar el proceso de fusión entre Cajasur y Unicaja. Más bien todo lo contrario. El compromiso alcanzado con el órgano supervisor, que recogía que el protocolo de fusión debía estar firmado el 20 de diciembre, se aleja, con lo que el presidente de la caja cordobesa, Santiago Gómez Sierra, ha incurrido en un "incumplimiento flagrante" del mismo, precisaron fuentes financieras.

Fuentes de Cajasur lamentaron la "manipulación" ejercida por Gómez Sierra, quien, por sorpresa, presentó en el consejo de administración el informe de la consultora encargado por Unicaja para estudiar distintos escenarios económicos -a uno, dos y tres años vista- para la caja resultante y que manejó, según las fuentes, los datos a su antojo. Cajasur esgrimió que el plan "conlleva medidas discriminatorias, traumáticas y sin garantías laborales", lo que provocó el respaldo de la mayoría de miembros del consejo.

El diagnóstico realizado por Boston Consulting arroja la necesidad de un ajuste de 1.000 empleos pero no para Cajasur -como defendió el presidente de la cordobesa-, sino para la caja fruto de la fusión, puntualizó la entidad malagueña. No se trata sólo de despidos, sino que contempla prejubilaciones y bajas incentivadas, añadieron.

Otras fuentes de Cajasur valoraron a Europa Press que la entidad considera "inadmisibles los costes sociales que tendría" el plan, que conllevaría "el despido de casi 1.000" de sus empleados, prácticamente un tercio de la plantilla, integrada por 3.200 personas y agregaron que "incumple en materia laboral el protocolo de fusión", que cerraron ambas cajas el pasado mes de julio.

La respuesta de Unicaja no se hizo esperar. En un contundente comunicado, la entidad que comanda Braulio Medel no deja margen de maniobra a Gómez Sierra, al dejar claro que avalará el plan que encargó a Boston Consulting Group "como única alternativa realista y rigurosa para el buen fin del proyecto". De hecho, indicó que el Comité Directivo elevará a los órganos de gobierno dos puntos.

Uno, aceptar el contenido del informe. Y dos, y aquí no se anda con rodeos, "estimar que el planteamiento recogido es el único consistente para hacer viable la entidad resultante de la unión entre Unicaja y Cajasur".

Con ambos posicionamientos, la fusión queda "paralizada de facto", indicaron las fuentes, que interpretan el gesto "sin sentido" de Gómez Sierra como un mensaje de que la Iglesia prefiere la intervención del Banco de España antes que la comunión con Unicaja.

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