La ampliación de capital de la sociedad andaluza Alestis constituye la consolidación de una compañía clave para el futuro de la industria aeronáutica de la región y la sitúa entre las más competitivas de la comunidad. La compañía se diseñó hace siete meses con un capital social de 120 millones de euros y con la participación de la Junta de Andalucía -a través de la agencia IDEA-, Cajasol, Unicaja, el Banco Europeo de Finanzas (BEF), Ficosa y el grupo Alcor.
Ahora, y después de la valoración de los activos que se aportan a la compañía -faltaban los de Sacesa-, se ha cerrado la ampliación de capital por 147 millones. No se trata de un mero fortalecimiento de la estructura financiera de una entidad. En este caso, implica adquirir el suficiente músculo para hacer frente a una cartera de pedidos en la que se encuentran dos grandes contratos con Airbus y otros dos con el fabricante brasileño Embraer.
Entre unos y otros, el volumen de negocio supera los 2.000 millones, una cifra similar a la de las contratistas de primer nivel que operan en el sector. La ampliación supone además poner fin a los problemas surgidos en la constitución de la sociedad, aclarando quién se queda y con qué aportación. De ella se ha ido -más bien no llegó a entrar- el grupo catalán Ficosa, dedicado a la automoción y que vio desbaratarse sus planes por culpa de la crisis económica.
Pero se mantiene el vasco Alcor, que aporta nueve plantas de producción, pedidos y el valor añadido de sus contactos y experiencia contrastada en el sector. La Junta y las cajas, por su parte, han cumplido también con su cuota de responsabilidad. La primera, liderando el proceso y comprometiéndose mediante la aportación de capital, y los segundos con su propia participación en el proyecto, que ha permitido contar con el aval financiero necesario para trabajar en un mercado del que también vivirán, por el efecto en cadena de las contrataciones auxiliares, un buen número de empresas de la región.
