Las decisiones del cántabro Gómez Ríos, que señaló dos inexistentes penaltis en contra del Écija, dejan la eliminatoria decisiva muy de cara para el Huesca, un equipo que demostró oficio y eficacia. El control, al menos en los primeros compases, correspondió a los discípulos del catalán Josep María Nogués. La ausencia de Pepe Díaz, sancionado, acabó siendo decisiva. Sin él sobre el campo, los azulinos no tuvieron la mordiente necesaria para reinvertir la eliminatoria hacia sus intereses.
En el primer tiempo, la decisión de Nogués de situar a Nolito junto a Luna arriba redujo el potencial ofensivo de los ayer amarillos. Roberto, que actuó en el lateral izquierdo, no entró en juego con asiduidad y siempre dependió de las ayudas de Raúl Pichardo, con una actuación más gris de lo habitual.
Pero las cosas se complicaron en el minuto 19. Gómez Ríos señaló penalti en un agarrón de Roberto sobre Lalo al borde del área. El colegiado cántabro señaló el punto fatídico y expulsó al astigitano. El propio Lalo, con potencia, no perdonó. El 1-0 dejó muy tocado a los visitantes, a los que les costó mucho volver a asumir la manija.
primera llegada. Pero los de Nogués dieron un aviso con un disparo lejano de Nolito al borde de la media hora de juego. Su lanzamiento, alto, supuso el último acercamiento de los astigitanos sobre los dominios de Eduardo.
Ya en la segunda parte, y después de meter a David Hernández por Luna para darle mayor rapidez al ataque, el Écija sí gozó de alguna ocasión. En un saque de esquina, Fernando estuvo muy cerca de conseguir el empate, aunque el meta azulgrana atrapó el esférico. Dominaban territorialmente en la zona ancha los visitantes cuando Rico estrelló un cabezazo dentro del área en la madera.
En la recta final, el Écija, muy nervioso e impreciso, se lanzó a la desesperada a por el empate, aunque la defensa dispuesta por el ex sevillista Onésimo Sánchez evitó el tanto. Quien sí consiguió poner la puntilla fue el Huesca. De nuevo a través de una acción muy polémica. El árbitro señaló penalti tras una mano involuntaria de Xisco Campos. Edu Roldán, con potencia, no perdonó. 2-0. Ahora decidirá San Pablo.
