Lo explicó con meridiana claridad el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez durante su conferencia-almuerzo, organizada por El Correo, y que tanta expectación generó semanas atrás en Sevilla. Una de las vías de salida que le queda a la empresa para superar la actual crisis es fomentar la exportación.
Ante el descenso de la demanda interna no hay más remedio que mirar hacia el exterior ya que los mercados foráneos pueden avanzar a tasas relativamente altas. Desvelaba que en el segundo trimestre de 2008, por ejemplo, la demanda nacional creció un 1,4 % en términos interanuales mientras que las exportaciones triplicaron ese porcentaje.
Estaba claro, por tanto, que ha de mantenerse e incrementarse el esfuerzo para la internacionalización de las empresas. Mensaje tan contundente fue percibido por el mismo Javier Arenas, quien se encontraba entre los principales invitados a dicho acto ocupando un lugar de privilegio. Lástima sin embargo, que no obtuviera enseñanza alguna de tan sensatas palabras si se tiene en cuenta el rechazo que le produce la política que, en este mismo sentido, ha puesto en marcha la Junta.
Reacciones desfasadas .
Cada vez que se anuncia una expedición oficial al extranjero, encabezada por el presidente, Manuel Chaves e integrada, en la mayoría de las ocasiones por empresarios, en el PP, lejos de respetar y considerar esta iniciativa como lo que es, un intento serio de abrir mercados fuera de nuestras fronteras para el tejido productivo andaluz, se dedican a desprestigiarla burdamente.
Arremeten contra la misma simplificando su análisis. Estiman que se trata, más que todo, de una forma descarada de hacer turismo por parte de las autoridades a costa del erario público. Así vienen haciéndolo sistemáticamente sin variar una coma de su guión a pesar de que pueden comprobar a la perfección los resultados tangibles que se producen con dicha experiencia. Sólo con preguntar a esos empresarios tendrían suficiente para que cambiaran radicalmente su opinión al respecto dada las ventajas que, a medio y largo plazo, se obtienen.
Trabajo con rigor .
Hemos tenido oportunidad de participar en este tipo de viajes y comprobar, directamente, el rigor con el que se desarrollan y, sobre todo, el provecho que sacan unos empresarios que, si no es de la mano de la Administración, lo tendrían muy difícil para acceder por sí solos a determinados mercados. El nivel de contactos profesionales que se facilita, la información que reciben, el respaldo técnico y político, en definitiva, del que gozan, hacen que sus expectativas de negocio crezcan con lo que garantizan así el futuro de sus empresas.
En el fondo, en el PP saben de la eficacia de esta medida hasta el punto de que ellos también apuesten en su programa electoral y demás documentos de trabajo a favor de la internacionalización de las empresas. De ahí que mejor será no tener en cuenta los exabruptos que lanzan cada vez que se anuncia un nuevo viaje oficial. Así seguirán desconectados de la Andalucía real a la que dicen estar dispuestos a servir.
