Los trabajadores de Astilleros de Sevilla, que siguen con atención los avances en el proceso de la vecina factoría de Huelva, confían en que si se consigue una solución para la industria naval onubense, esté más cerca la salida para la sevillana.
La Junta de Andalucía trabaja para poder cerrar en breve un acuerdo con varios inversores con los que mantiene negociaciones para reflotar el astillero de Sevilla aunque, según confirmaron fuentes sindicales, no hay encuentros previstos con la Administración en lo que resta de semana. A pesar de estos contactos, los trabajadores se mostraron ayer escépticos después de que hayan salido nombres de varios supuestos inversores interesados que, al menos por el momento, no han fructificado en un proyecto industrial sólido y de futuro.
Sin embargo, el tiempo corre en su contra, ya que hace justo un mes fuentes cercanas al proceso reseñaron que los administradores de Astilleros de Sevilla estaban preparando la documentación para presentar el concurso voluntario de acreedores -antigua figura de la suspensión de pagos-, con el objetivo de "salvaguardar a la empresa frente a la presentación de un concurso necesario, que impediría la puesta en marcha de un posible plan industrial, y ofrecer las garantías suficientes para establecerlo antes de que finalice el plazo".
Las fuentes explicaron entonces que la situación actual se podría mantener hasta mediados de octubre -plazo que se cumple estos días-, con la empresa "protegida" de la posibilidad de verse sometida a un concurso necesario de acreedores, en el caso de que alguna de las entidades con las que mantiene deudas reclamara el pago, como ya hiciera la gallega Talleres y Aplicaciones del Eume, que hace varios meses presentó una solicitud de concurso necesario, pero que quedó paralizada al aplicarse el artículo 5.3 de la Ley Concursal. De esta manera, si llegara a prosperar el concurso necesario, se perdería el control de la compañía, con lo que reflotar la compañía perdería opciones.
