La Consejería de Hacienda y Administración Pública, responsable del parque de maquetas Andalucía de los Niños, se pronunció al fin ayer sobre el estado de ruina en que se encuentra el espacio heredado de la Expo 92, que lleva ocupado por dos indigentes desde hace dos meses. Desde el servicio de prensa del departamento de María Jesús Montero trasladaron a este periódico que no va a ponerse vigilancia al recinto y que no se van a rehabilitar de momento las piezas deterioradas, ni repuestas las robadas como la Torre del Oro, si bien aseguraron que la administración «tiene voluntad de conservar las maquetas y el espacio y ponerlo en explotación».
La consejería recordó que el pasado año convocó un concurso a tal fin que quedó desierto, pese a que algunas empresas habían manifestado su voluntad de participar para hacerse con la concesión. Además, tal y como ya se anunció el pasado mes de octubre, Hacienda está trabajando en los pliegos de un nuevo concurso, para el que todavía no hay fecha, y con el que se pretende poner en uso Andalucía de los Niños y recuperar las piezas. En cuanto a la valla, estas fuentes indicaron que ya se ha arreglado en varias ocasiones, si bien vuelven a perforarla, algo de lo que responsabilizaron al Ayuntamiento, del que dicen que debe garantizar la seguridad en la vía pública. La consejería asegura que es «difícil» combatir los actos de vandalismo que han provocado el deterioro del parque, si bien descarta poner vigilancia.
Sobre la pareja de indigentes que han ocupado el antiguo taller del parque, desde Hacienda dijeron no saber qué se va a hacer al respecto, por lo que siguen allí.
Por su parte, el Ayuntamiento respondió a Hacienda recordándole que Andalucía de los Niños «son instalaciones de la Junta», por lo que es su responsabilidad «la seguridad», al igual que el Consistorio «paga la seguridad privada de un centro cívico». También señaló que nadie ha pedido a la Policía Local que actúe en ningún caso de ocupación por indigentes, y que antes además debería mediar una denuncia.
«No entendemos que la consejería pretenda que el Ayuntamiento ponga a policías locales a vigilar sus instalaciones para sustituir las labores propias de los vigilantes de seguridad que deberían contratar», añadió.
Por último, añade que «la Policía Local patrulla por las calles de toda la ciudad y colabora con Policía Nacional en velar por la seguridad de los espacios públicos, pero no tiene entre sus competencias vigilar instalaciones que no son de titularidad municipal».
El diputado del PP-A por Sevilla Jaime Raynaud aseguró ayer a este periódico que «el ejemplo de estos dos indigentes ocupando este espacio y haciendo de él su residencia habitual muestra de una manera muy cruda el desinterés y la incapacidad de la Junta por rescatar el recinto». «Hemos presentado tres iniciativas parlamentarias a distintas consejerías y ninguna le presta atención», lamenta el parlamentario, que anuncia nuevas acciones para devolver reclamar a Hacienda que no deje morir este activo, que costó casi cinco millones de euros en 1992.
Por su parte, Joaquín José Herrera del Rey, doctor en Derecho, explicaba ayer a este periódico que las asociaciones conservacionistas podrían emprender la vía contencioso administrativa contra Hacienda por su inacción. «Primero habría que ir por la vía administrativa, identificando a los funcionarios responsables de ese deterioro, y se podría reclamar judicialmente a la Junta que restaurase el bien público. Por la vía penal, podríamos estar hablando de prevaricación por omisión, al no tomar la administración unas medidas a sabiendas de que tiene que tomarlas, aunque el camino penal es más residual en estos casos», concluyó.
Después de la Expo 92, Andalucía de los Niños fue explotada por los parques que funcionaron en la Cartuja. Isla Mágica se encargó de este recinto hasta 2012, fecha en que se lo devolvió en perfectas condiciones a su propietario, la Junta, que lo cerró.
