El Corredor Metropolitano, que permitirá que los ciclistas usen las vías verdes para desplazarse en bicicleta por la Gran Sevilla, verá la luz, si se cumplen los nuevos plazos, a finales de este año. Ése es el propósito que se ha marcado la Consejería de Medio Ambiente para culminar un proyecto que se vio ralentizado hace un año y medio y que consiguió desatascar a principios de 2011.
“El Corredor Verde tiene prácticamente completado los dos anillos, a falta de unos pequeños detalles”, avanzó el delegado provincial de Medio Ambiente, Javier Fernández. Esos detalles a los que hace alusión están situados en Palomares y San Juan de Aznalfarache, donde se están solventando ciertas dificultades en el trazado de estas vías pecuarias, ya que coinciden con un cruce de carreteras. El reto es evitar que esos puntos “sean un riesgo” para los ciclistas que hagan uso del Corredor Verde Metropolitano, algo que esperan culminar a finales de este año, según Fernández, que no lo da por hecho consciente de los imprevistos que puedan surgir en una actuación que ha tenido más de un retraso. Sólo hay que comprobar cómo en julio de 2009 faltaban sólo faltaba por culminar cinco kilómetros de adecuación de vías en el Aljarafe, donde la obra estaba al 80% de ejecución.
Una vez solventado estos cruces, se completará una ruta de 125 kilómetros que conectará la capital hispalense con el Bajo Guadalquivir, el Aljarafe y parte de la comarca de los Alcores. Estas últimas actuaciones corresponden a la segunda fase del Corredor Metropolitano, que discurre en su mayoría por el valle del Guadalquivir. Así, la recuperación de las vías pecuarias permitirá enlazar Coria del Río, Palomares del Río, Gelves, Mairena del Aljarafe, San Juan de Aznalfarache, Sevilla, Camas y Santiponce. Además, no sólo unirá poblaciones por caminos y veredas, sino que también acercará las grandes zonas verdes del área metropolitana, como el parque del Alamillo, la ribera del Guadalquivir o Porzuna, además de tener un acceso en bicicleta a las ruinas de Itálica.
La Delegación Provincial de Medio Ambiente ha señalado que, además de los beneficios de esta conexión para los ciclistas, cuenta con el “valor añadido” de que esta ruta de 125 kilómetros resulta “más fácil de mantener” que otras infraestructuras ciclistas.
